Por una juventud que también será patrimonio

Foto: José A. Cortiñas Friman
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¿Qué sería de una nación sin sus jóvenes? ¿Cómo preservaríamos el patrimonio sin tener a quien transmitir un legado?

Preguntas que se agolpan para dar por respuesta: a que la juventud, que más que cantera o relevo, continúa siendo esperanza de futuro, aires de felicidad. Y a pesar de lo convulso de las realidades del mundo o de los tiempos, los jóvenes siguen pareciéndose a su tiempo y la forma en que estos lo llenan de metas por cumplir.

Siglo XXI, tecnología e historia convergen en el mismo escenario, siglo del cambio, de retos en avance a más velocidad que la propia luz; pero abres la puerta y ahí están los jóvenes prestos a ocupar un cargo de dirección como si siempre lo hubieran hecho, allí están en proyectos complejos que engalanarán a su ciudad.

Y es que no dejan de sorprender los jóvenes hasta los que están de paso y entregan su impronta por un ratico en las prácticas laborales o simplemente en un intercambio. Es entonces cuando nos volvemos a preguntar, ¿es sólo aquí en nuestra casa grande: la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey? Pues claro que se debe repetirse esta realidad en todos los lugares donde un alma joven y con deseos colme la obra con extremo cariño.

Justo hoy 4 de abril, día en que se celebran los aniversarios de dos organizaciones de futuro en Cuba: la OPJM y la UJC felicitamos y hacemos extensivo el agradecimiento a todos los jóvenes que entregan sus sueños por la preservación del patrimonio. A cada uno de ellos que preferimos honrar con la palabra y no con nombres, porque la lista sería más fría que este abrazo; muchas felicidades.

Sigan siendo esa albacea que recibe y transmite el patrimonio a futuras generaciones. Continúen engalanado el presente con sus ideas porque el futuro lleno de sueños los espera.

 

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Camagüey (2014). Editora de textos. Profesora universitaria. Cubana 100%. Me encanta mi profesión, la música, la naturaleza. Adoro el amor de la familia y de los amigos sinceros. Confío en el mejoramiento humano. Defiendo los animales e irradio amor cuando escucho al dúo Buena Fe o cuando mi hija me dice que me ama.
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