En el Camagüey de la segunda mitad del siglo XX irrumpió la fundación de la Escuela Provincial de Artes Plásticas José Martí. Una institución que se desenvolvió entre contradicciones e incomprensiones, pero también en innumerables glorias que se reflejan hasta la actualidad. La sociedad camagüeyana reconocida como una de las más ilustrada del país no acogió de la mejor forma, en su mayoría, la idea de esta academia; alegaban que sería un reservorio de malas costumbre y de comportamientos inadecuados.
En la ciudad se vieron algunos ejemplos distantes de academia de artes plásticas antes de 1950, pero ninguna logró tener un apoyo oficial, ejemplo de ellos fue la creada por Servando Pita. Desde 1950 se comenzaron a gestar las primeras proyecciones de la que sería oficialmente la primera Academia de Artes Plásticas de la ciudad. Su fundación no fue hasta el 4 de febrero de 1952 en la Benemérita Sociedad Popular Santa Cecilia con una matrícula de 332 estudiantes y 18 profesores. Pero fue el 21 de marzo de 1953, por medio del decreto 804 que, el ya presidente Fulgencio Batista, oficializa la creación de la misma.
La escuela estuvo regida por el mismo plan de estudio que la Academia de San Alejandro, la cual constituía el paradigma de la enseñanza de artes plásticas en el país. Contaba con dos vertientes de curso: uno período docente elemental de dos años, donde los estudiantes recibían los conocimientos básicos para aprender a pintar y moldear; y un nivel superior con la extensión de cuatro años donde cursaban al detalle tendencias, aspectos, proyecciones y especialización en las artes plásticas. Las clases se dividían en tres secciones mañana, tarde y noche.
La mayoría del apoyo económico que recibió la escuela desde sus inicios estuvo dado por autoridades y comerciantes locales, a diferencia de las instituciones oficiales del Estado. La escuela se trasladó por varios locales en la ciudad, su inestabilidad en este aspecto condicionó en gran medida la cantidad de estudiantes que podía asumir y la pérdida de gran parte de su reservorio documental. Sobre las contradicciones y desventuras que vivió la academia Jorge Santos Caballero, especialista del tema, expresó:
No vale hacer referencias al desamparo que vivió la institución estudiada entre 1952 y 1962, a las necesidades, incomprensiones y clima de desacuerdo para que iniciara sus pasos, a la atmosfera cultural desfavorable, pues a pesar de todo existió ante la oscilación, el abandono y las mentalidades confundidas que frenaban su prosperidad.
La Academia Provincial de Artes Plásticas José Martí deja de funcionar en 1962 tras la aprobación de por el gobierno revolucionario de la Ley de Nacionalización de la Enseñanza con fecha del 6 de junio de 1961.
Su existencia constituyó un precedente para las futuras enseñanzas artísticas en la ciudad y formo a varias generaciones de artistas plásticos. Unificó entre el claustro, directivos y alumnos las personalidades más relevantes de este ámbito en su época y demostró la gran calidad artística que había en la ciudad. Logró mover la enseñanza artística de la capital a una provincia tan alejada como Camagüey y permitió romper esquemas establecidos dentro de un medio que aparentaba y exagera su cultura.
Bibliografía
Caballero, Santos. 2020. Entre esperanzas y desventuras: la Escuela Provincial de Artes Plásticas José Martí, de Camagüey (1952-1962). Editorial Ácana. Camagüey.