Recordado el Aniversario 66 de la muerte de Mario Arostegui

Foto: Jesmir Varona Socías
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En el parque que lleva su nombre, hoy complejo deportivo Mario Aróstegui Recio, la nueva generación conoció sobre la muerte del primer mártir camagüeyano en las luchas clandestinas contra la dictadura de Batista.

Un sincero homenaje con música del trovador Andy Daniel, reunió a los miembros de la Asociación de Combatientes, a representantes de la UJC, a los trabajadores del INDER y a los vecinos del reparto la Vigía; para recordar a las nuevas generaciones que, como Mario, muchos hombres y mujeres llenos de juventud ofrendaron su vida por la libertad de Cuba.

La sobrina del mártir, Marlene Aróstegui, en señal de profesora apasionada, mientras esperaba el inicio del acto conversó con los pioneros de la escuela primaria Jesús Suárez Gayol, para agradecerles su presencia y comentarles sobre el orgullo especial de la familia por este joven, que lleno de sueños y con solo 26 años, pasó a la inmortalidad.

Mario Aróstegui Recio

Desde los 17 años inició su vida laboral en los Ferrocarriles Consolidados de Cuba, lo identificaba la chapa 9278. Desde entonces inició en secreto su labor revolucionaria, empresa por la cual practicaba el tiro en las afueras de la ciudad.

En 1953 fue a Santiago de Cuba para hacer contacto con los compañeros del 26 de julio, para lo cual se trasladó al ferrocarril de aquella zona.

El 11 de noviembre de 1953 fue detenido por agentes del Servicio de Información Militar (SIM), torturado salvajemente y asesinado en el poblado de Bidot, sin que pudieran arrancarle ninguna información. Luego su cadáver fue ultrajado y colocado en el puente sobre el río Mabay.

Sus camaradas lograron rescatar el cuerpo y sepultarlo dignamente en un panteón del ferrocarril, el día 13 de noviembre. Luego recaudaron fondos y le compraron una tumba propia, ubicada en la actualidad en la calle cuarta del Cementerio General de Camagüey.

El homenaje

Esta mañana al recordar la partida de Mario, en sencillo y emotivo acto que cada año organiza la Oficina del Historiador, pudimos ver a su sobrina junto al busto, que, en señal de evocación, puso la mano sobre el pedestal donde se lee un mensaje martiano: “la capacidad para ser héroes se mide por el respeto que se tributa a los que lo han sido”.

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