“El médico veterinario tiene una alta responsabilidad con la salud humana, porque de la higiene y buena salud de los animales, depende en gran medida la nuestra.”

Eso alcancé a escuchar al profesor José Alberto Bertot Valdés, al debatir un caso junto a sus alumnos, en el consultorio veterinario ubicado en la calle Artola número 315, del Reparto La Vigía, en Camagüey.

Este proyecto, funciona como unidad docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Camagüey, hace poco más de un año. Desde entonces, diversas personas buscan asistencia médica para sus animales afectivos, a la vez que reciben información y consejos para la pronta recuperación de sus mascotas.

La clínica

Para mi sorpresa, la perrita pequinesa Sisi, estaba muy tranquila en el regazo de su dueña. Al acercarse el joven doctor Vicente Legrá, para realizarle un análisis de sangre, movió su colita en forma de saludo. “Ella sabe que aquí le salvaron la vida, por eso deja que tanto el profe como los jóvenes médicos que aquí laboran, le hagan cualquier práctica”, dijo su dueña en tono de gratitud.

Aquel pequeño local desborda amor por los animales y alta profesionalidad. En él encontré a Roky, en la camilla de ultrasonido, a Yenni de raza Cocker a la espera de un diagnóstico y a un bóxer, muy cariñoso, siendo evaluado por la junta médica para buscar la causa de su delgadez.

En medio de esa confusión de tantos pacientes a la vez, en un espacio tan reducido, Ricardo Morel, su administrador, juega un papel fundamental: va registrando los casos, y con mucha amabilidad, organiza la espera y realiza el cobro a través de un código QR. Ricardo va pasando a los pacientes por orden a la camilla, para no acercar un animal a otro, por si alguno tuviera una enfermedad infecto-contagiosa.

Más o menos así trabaja el consultorio, durante una tarde cualquiera. Laboran también en la mañana y prevén implementar otro turno de atención hasta las 8:00pm, horario en que los dueños de mascotas, tras regresar del trabajo, les resulta más factible traerlos.  

El colectivo

El equipo es multidisciplinario, está integrado por los doctores que les he ido presentado y cuenta además con un médico veterinario en adestramiento, Dayán Marrero.

La flor del consultorio es sin dudas la radióloga del centro de genética de Camagüey, Amaralis Trul Martínez. Amaralis labora para una institución de salud humana, pero su amor por los animales la acercó al proyecto, y en sus tiempos libres viene a apoyar y le imparte clases al resto del equipo, para interpretar de forma más fidedigna el resultado de las imágenes que arrojan las ecografías; tan importantes para el correcto diagnóstico de los animales.

También, cuentan con un especialista en inseminación, el doctor Yasmanis Andújar Cuba, quien va hasta comunidades y fincas para atender ganado mayor, bovinos y cerdos de productores interesados en mejorar y multiplicar sus especies, de manera más profesional y segura.

Los inicios

El sueño de esta pequeña empresa que es hoy REPROMAS, comenzó por la asistencia a la infertilidad en perros y gatos, una patología poco tratada en el territorio y que, si no se diagnostica a tiempo, puede traer complicaciones en el animal y, en algunos casos, hasta la muerte.

A la vuelta de dos años, dice el profesor Bertot, que está feliz de ver el avance y estar rodeado de colegas y alumnos, quienes comparten sus deseos por el bienestar animal. La clínica, aunque mantiene sus orígenes ligados a la reproducción, creció hasta el consultorio y luego, este eterno profesor, la propuso como unidad docente.

El profe

El profesor Bertot y su esposa Magali Garay fueron mis profesores en la Universidad, cuando estudié mi primera carrera como doctora Veterinaria. Aún guardo muy bellos recuerdos de su generosidad y amor por los animales.

Por eso, esta visita a su consulta me trajo de vuelta a esa etapa de mi vida que no abandono, pues, aunque ya no atiendo a los animales como médico, hago todo lo posible desde el periodismo para evitar el maltrato. Fue con una sección dedicada a las mascotas que llegué a la radio y, siempre que puedo rescatar a alguno, no lo pienso dos veces.

Bertot lleva 46 años en el magisterio. Ha impartido varias asignaturas y actualmente ofrece cursos de post grados para maestrías y doctorados, con una asignatura creada en la facultad camagüeyana dedicada a la Andrología Veterinaria.  Imparte docencia y le encanta atender a sus pacientes en la práctica, por eso vincula las dos cosas en una suerte de entrega a sus alumnos, dualidad que no piensa dejar de hacer mientras la salud le acompañe.

La superación de este colectivo es obligatoria, porque dice el profesor que en la medicina humana existen especialidades, en la veterinaria un solo especialista atiende todo; por eso es tan necesario estar actualizados con nuevos medicamentos, formas de diagnóstico y todo lo que ofrece la modernidad.

Ha sido una tarde muy agradable, compartir con personas amantes de los animales ha sido un placer, gracias al profesor Bertot por no abandonar nunca esos preceptos y a todos los miembros de REPROMAS por sembrar amor y salud para esos seres especiales que comparten con nosotros la naturaleza: los animales.