Salvador Cisneros Betancourt es una de las figuras más conocidas de las guerras independentistas. El camino recorrido durante el proceso y los primeros años del periodo republicano permiten apreciar una evolución en cuanto a su pensamiento y formas de actuación, de ahí que las posturas asumidas hayan sido sometidas a debate en varias ocasiones.
No obstante, el comportamiento evolutivo del Marqués es consecuencia de su tránsito por un contexto primeramente colonialista y luego neocolonial, en el que la República “con todos y para el bien de todos” no sería la soñada por José Martí. En dicho comportamiento intervienen diversos elementos como: la familia, el medio y la posición social, las relaciones personales, los intereses económicos y políticos, las circunstancias, los factores externos e internos, entre otros.
Desde diferentes miradas se han estudiado su familia, su participación y protagonismo en la masonería, los roles desempeñados como Presidente de la Cámara de Representantes y de la República en Armas. Se incluyen además las posiciones civilistas asumidas, así como la labor desarrollada de forma general durante las gestas. Otras de las cuestiones estudiadas en cuanto a su figura es su actuación durante los primeros años del periodo neocolonial.
Primeros años del periodo republicano
En ese sentido, desde el nacimiento de la República mediatizada el 20 de mayo de 1902, Salvador Cisneros inició una lucha contundente y sin descanso. Criticó los males y vicios sociales, y estuvo en contra de la Enmienda Platt.
Igualmente, alrededor de su figura, según el historiador e investigador Eduardo Torres – Cuevas, se desató un movimiento de las sociedades patrióticas, cuestión que a su juicio sigue sin ser estudiada a profundidad. Asimismo, él considera que se convirtió en la gran figura que rescató la dignidad de la República en esta etapa -y, por ende- en el último de aquellos patricios del ´68 que enfrentaron al naciente imperialismo norteamericano.
Otras perspectivas
Muy interesantes también resultan otros enfoques como son el tratamiento de su representación artística en distintos soportes. Se destacan las tres piezas póstumas existentes en la provincia.
Entre ellas sobresale el monumento en mármol y bronce realizado por el italiano Arturo Dazzi, que se encuentra emplazado en el Casino Campestre. También, según el investigador Axel Li, en el Museo Provincial Ignacio Agramonte, se hallan guardados un busto de bronce y un óleo del marqués.
Además, se aprecian investigaciones pesquisas relacionadas con objetos pertenecientes y utilizados por él, lo cual nos lleva hacia el coleccionismo.
Resumiendo
Sin duda alguna, el acercamiento a la personalidad de Salvador Cisneros Betancourt desde el punto de vista de las Ciencias Sociales y Humanísticas ha sido profundo, pues el estudio de esta figura nacional convertida en símbolo refuerza los cimientos en los que se sustenta la nación cubana.
Fuente:
– Cento, Elda. Cuadernos de Historia Principeña 13. Homenaje a Salvador Cisneros Betancourt. Editorial Ácana, Camagüey, 2014.