En el día mundial de la concienciación del autismo los gestos de amor, respeto y esperanza no se hicieron esperar. El teatro Avellaneda de la ciudad agramontina acogió a padres, maestros y niños para demostrar en una sensible gala cuánto cariño y talento son capaces de brindar las personas con autismo.
Directivos de la Oficina del Historiador de la ciudad y de la escuela especial Héroes del Moncada compartieron la cita que arrancó lágrimas a muchos de los presentes.
En el espectáculo artístico se unieron al talento de padres y niños, los grupos Son Entero y Raíces, mientras que la compañía folclórica Taylor protagonizó un pasacalle destellante de azul desde la plaza del Gallo hasta el parque Agramonte.
Los mensajes de abrazar la esperanza haciendo de la sociedad un lugar más accesible para romper barreras y ver con el corazón se transmitieron en cada abrazo, palabra y sentimiento.
El autismo no es una enfermedad, se trata de un trastorno del desarrollo infantil que se manifiesta de forma diferente en unas personas que en otras, por lo que no se debe generalizar. Las personas con trastornos del espectro autista comparten muchas necesidades y deseos con otras de su misma edad sin autismo. Todos somos diferentes, pero tenemos los mismos derechos.
Mientras miremos con el corazón, porque solo con él se puede ver bien veremos lo esencial que se encuentra allí, invisible a nuestros ojos, y podremos hacer de nuestro mundo un lugar para todos sin distinción, con derechos, respeto y amor.
Fotos: Frank Flores Albor