Resulta que como decía mi abuela el que busca, siempre encuentra, y así me pasó hace unos días, aunque no exactamente estaba yo buscando; más bien ordenando papeles y documentos que se van acumulando hasta veces ser inservibles.
Encontré algo, que hacía muchos años guardaba, y confieso, ni recordaba lo tenía. Justamente es un papel, bastante amarillento ya por cierto, donde se enumeran algunos lugares importantes en la vida de Nicolás Guillén, nuestro poeta nacional, aquí en su ciudad natal, la que quiso entrañablemente y nunca olvidó.
Encargo especial
El documento en cuestión tuvo su origen en una petición hecha, por parte de la Oficina del Historiador de la ciudad, a alguien que fue un gran amigo del escritor, y cuando venía a su tierra, se volvían inseparables; con el propósito de localizarlos y, tal vez, en algún momento pudieran servir para futuros proyectos.
¿De quién se trata?, indudablemente del periodista, dramaturgo, y maestro Manuel Villabella, quien tuvo a bien entregarme un listado que contenía el encargo, tecleado a máquina de escribir, en una cuartilla con el timbre del periódico Adelante, de cuyo colectivo laboral formó parte hasta su jubilación.
Recuentos y recuerdos
Y la casualidad, que existe, y conspira muchas veces, lo mismo para resolver asuntos, como para agravarlos, hizo que apareciera esto por los días que se cumplieron dos años ya de la desaparición física del periodista, que el pasado 12 de octubre nos dejó, y del que guardo innumerables recuerdos y enseñanzas, pues como he comentado en otras oportunidades, de él se aprendía siempre y resultaba una beneficiada en cada conversación sostenida.
Entonces recordé también, que me comentaba cómo cuando caminaba junto al poeta, tenían que parar a cada paso, ya que los saludos eran constantes y espontáneamente los llamaban de aquí y de allá, a lo que ambos respondían con su habitual educación y sonrisa, por más apurados que estuvieran; pues los paseos a pie eran de obligatoriedad en cada visita a su terruño y, en ocasiones, hasta tenían que esperar por ellos para algún asunto institucional.
Tal fue su amistad que muchas veces se asocia uno con el otro, aquí en su Camagüey, donde ambos dejaron una profunda huella que recordaremos siempre, a través de todos los tiempos, de generación en generación.