¿Qué se conoce del autor de La Revolución de Yara, una de las obras más importantes de la historiografía de campaña de la gesta de 1868-1878?
Indagaciones sobre los primeros años de Fernando Figueredo confirman su nacimiento en Puerto Príncipe el 9 de febrero de 1846. Hijo de Bernardo Figueredo Téllez y Tomasa Socarrás Varona -miembros de la élite principeña- lo cual favoreció una buena educación desde temprana edad. Posteriormente, la familia se radica en Bayamo, confusión que ha provocado el lugar de nacimiento del patriota.
En 1862 parte a La Habana a estudiar. Dos años después ingresa a la Academia de Ingeniería Civil de Hudson, en Estados Unidos de América. Al iniciar la contienda en octubre de 1868, regresa a Cuba, sin haber concluido sus estudios, y se incorpora al Ejército Libertador, en el que asume diversas responsabilidades -entre ellas secretario privado de Carlos Manuel de Céspedes hasta su deposición. También, participa en la Asamblea de Guáimaro.
La visión sagaz de la lucha por la independencia -en la cual alcanzó los grados de coronel- determinada por su participación junto con grandes personalidades de la historia, como Antonio Maceo, Manuel de Jesús Calvar, Calixto García, Vicente García, entre otros, motivaron una serie de conferencias sobre la guerra que fueron impartidas entre 1882-1885 y reunidas en la obra La Revolución de Yara, editada en 1902.
Por otra parte, el relato que ofrece Socarrás como participante de la Protesta de Baraguá -una de las versiones más citada por los historiadores-, con extensa descripción y valoración personal, conduce a reconocer al mambí que calificó el Pacto del Zajón como como el hecho más bochornoso de las armas insurgentes.
Posterior a la Protesta de Baraguá en marzo de 1878, se crea el Gobierno Provisional, en el que ocupó el cargo de secretario. Luego parte al exilio, en los inicios en República Dominicana y más tarde en Cayo Hueso donde se desempeña como Superintendente del condado Monroe, responsable de la instrucción pública.
Los escritos de Fernando Figueredo
Numerosos escritos suyos ven la luz en las publicaciones de la Revista de Cayo Hueso, Patria, La Discusión, Heraldo de Cuba, entre otros. Sus textos recrean la Historia Patria: “La Bandera de Yara”, “La Bayamesa”, “Carlos Manuel de Céspedes”, “La toma de Bayamo”, “Lauros y evocaciones”.
Fue un colaborador permanente de José Martí. Sin lugar a dudas, acercó al Maestro a la historia, cultura, vida de los hombres y mujeres de su Camagüey natal y de la epopeya histórica de la Guerra de los Diez Años. A él le regaló la escarapela obsequiada por el Padre de la Patria, que Martí llevaba consigo al morir en Dos Ríos.
De su obra, el propio José Martí reconoce el valor como eje unificador entre los veteranos y pinos nuevos por los juicios adecuados sobre las personalidades y hechos históricos que participaron en la contienda, de allí sus palabras «[…] que el viejo ejército y sus obras sean los cimientos en que, no solo descansen los bisoños libertadores, sino que sobre ellos se levante airoso el edificio de la Patria».
Una hermosa semblanza en el periódico Patria en 1893, le dedica Martí, allí reconoce su denuedo al renunciar al cargo de Inspector de Aduanas para entregarse en plenitud a la causa revolucionaria como subdelegado del Partido Revolucionario Cubano y agente de la República de Cuba.
«[…] ni abandona el bastón de caminos, ni el sombrero de veteranos: ¡No lo podíamos ver nunca, yendo de un trabajo a otro, sin pensar en aquellas otras marchas, que anduvo él tantas veces, -que andaremos!».
Al concluir la guerra en 1898, regresa a Cuba, desempeñó varios cargos como Director General de Comunicaciones, Interventor General del Estado y Tesorero General de la República y Presidente de la Academia de Historia, su discurso para entrar a la reconocida institución estuvo dedicado a Pedro Figueredo. Muere el 13 de abril de 1929 en La Habana.
El Consejo de Veteranos de Camagüey decide colocar en la década de 1920 una tarja en la vivienda ubicada en la Avenida de La Libertad, esquina Calle Regino para recordar el lugar de nacimiento del patriota. Actualmente se exhiben en el Museo Provincial Ignacio Agramonte varios objetos personales y documentos del insigne cubano.
Referencias:
– Fernando Figueredo Socarrás. La Revolución de Yara. 1902.
– Alfredo Mestre Fernández. “Fernando Figueredo”. Revista Bohemia. No 66. Año 1974.