Un desafío a la seguridad vial

Fotos: Cortesía de la autora
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Por: Nélida López Avila

Ya es un hecho cotidiano la presencia de bicicletas, bicitaxis, ciclomotores y otros tipos de transporte que realizan maniobras de toda índole cuando transitan en sentido contrario a la circulación vehicular, haciendo realidad, una vez más, la frase «la comodidad de unos es la desgracia de otros», algo que a veces lleva a pensar que los que circulan correctamente, lo hacen mal.

Si a lo anterior se le une el complicado entramado vial que poseemos y la falta de cultura al transitar, implica que circular hoy por cualquier calle de nuestro centro histórico puede resultar una proeza.

Los transgresores de la ley, a los que se les suman los peatones que cometen igualmente un sinnúmero de indisciplinas, sin percepción del riesgo, resultan los más vulnerables, propician la ocurrencia de accidentes que dejan de ser casuales.

Resulta necesario corregir el sistema de prevención y educación vial de la población y fortalecer la capacitación de los conductores y demás implicados con el objetivo de elevar los conocimientos sobre vialidad y tránsito para disminuir la accidentalidad y sus fatales consecuencias divulgando con mayor énfasis la Ley No. 109. Código de Seguridad Vial.

En materia de seguridad, cualquier acción es válida, y el accionar debe ser constante para lograr un entorno seguro en el que sea posible la convivencia de peatones, ciclistas y conductores.

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