Una camagüeyana de mitos y realidades: Evangelina Cosío

Foto: Tomada de http://www.ecured.cu
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Un artículo de la revista Bohemia de 1970, en su Número 22 contiene la fascinante historia de una moza, que desafiando los rigores de la época se convirtió en noticia y afrontó la represión del gobierno español. No solo para pedir libertad, sino también, para acusar los abusos sexuales a los que las jóvenes habitantes de la Isla de Pino, eran víctimas.

Para mi agrado y sorpresa, la muchacha era hija de Puerto Príncipe y mucho aportó a la libertad y transformaciones de la Patria en sus dos últimas gestas libertarias, pues vivió 98 años para seguir peleando.

La capitana Evangelina de las Mercedes Cosío y de Cisneros, guarda una bella historia que mezcla intrepidez y fantasía, aderezos que la transformaron en una mujer de interés para la prensa internacional en 1896.

Quién era Evangelina

Podemos resumir su vida en la de una participante en el frustrado alzamiento independentista de Isla de Pinos, en julio de 1896 y luego fue liberada de su prisión habanera en octubre de 1897, la preparación de su fuga, tuvo como detonante la astucia y valentía de la joven de 19 años, para escapar de sus opresores españoles.

Pero vamos a sus orígenes. Conocemos que era la hija de don Agustín Cosío Serrano, nació en Puerto Príncipe el 23 de septiembre de 1877.

Se ha escrito que su padre era veterano de la Revolución de 1868 en los primeros momentos, pues fue acusado de infidente y deportado a la isla por 10 años con sus hijas Evangelina y Carmen, que desde pequeñas quedaron  huérfanas de madre.

En la Isla

El 26 de julio de 1896, Evangelina Cosío Cisneros, encabezó un osado levantamiento en Isla de Pinos, en el que jóvenes revolucionarios deportados y entusiastas locales, pusieron sus vidas en peligro para unirse a las tropas de Maceo. Escogieron la fecha de la fiesta de la Santa Ana, cuando supuestamente los soldados no estarían acuartelados y sí celebrando en las calles.

A ese intento de liberación nacional, Evangelina agregó su propio reclamo feminista a la libertad personal, en cuanto al hostigamiento sexual: rechazó públicamente las insinuaciones amorosas del comandante de la plaza, y le organizó una trampa en su propia casa.

El grupo estaba conformado por hombres mal armados y fracasaron. Veintiuno de ellos fueron enviados a la fortaleza de La Cabaña, junto con el padre de Evangelina, mientras que a ella, la embarcaron hacia la Real Casa de San Juan Nepomuceno de Recogidas, convertida en cárcel de mujeres. Según la leyenda, que de inmediato comenzó a tejerse, allí esperaba la deportación.

 La noticia

Ese era el titular que estaba esperando la prensa norteamericana para enfrentarse a España y los corresponsales del New York Journal, con mucha imaginación, prepararon una nueva historia de las atrocidades cometidas en Cuba, que debían ser odiadas y vengadas por el pueblo estadounidense.

Así se organizó un rescate secreto para Evangelina, quien joven y hermosa ganó la admiración del joven bancario Carbonell, quien apoyó la fuga y luego se convirtió en su esposa, ya a salvo en Nueva York.

Karl Decker, reportero en Washington, fue enviado entonces por Hearst a La Habana, para rescatar de la cárcel a Evangelina, la pequeña Juana de Arco cubana.

Como resultado de un complicado plan, en el cual estuvo involucrado personal diplomático estadounidense acreditado en Cuba, en la noche del 7 de octubre de 1897 tuvo lugar la evasión.

El rescate

De forma secreta le proporcionaron escofinas, para que la joven fuera cortando los balaustres de la habitación cercana a la terraza, por allí burlando a los guardias, la rescataron y escondieron en la casa de Carbonell, luego vestida de hombre y con pasaporte a nombre de Juan, abordó de contrabando un vapor con destino a los Estados Unidos, donde fue recibida con honores.

El Journal fue, poco a poco, dando a conocer los detalles de la fuga. Siempre deseoso por autoproclamarse paradigma del “periodismo que actúa”.

Al desvanecerse la leyenda se casó en 1898. Con la instauración de la República, regresó finalmente a Cuba y se estableció con Carbonell en La Habana. Enviudó en 1916 y dos años más tarde contrajo segundas nupcias con el abogado Miguel Romero y tuvieron descendencia.

Se mantuvo siempre apoyando los movimientos de justicia que fueron naciendo en los siguientes años y apoyó la gesta del 59.

Falleció en la ciudad de La Habana, el 22 de mayo de 1970, a la edad de 98 años. La capitana como la llamaron desde la guerra del 95, fue despedida con honores militares. El duelo estuvo a cargo del capitán Antonio Núñez Jiménez.

Fin de la página

Luego de revisar estas páginas y la historia gloriosa de una camagüeyana rodeada de mitos y valores, creo que hemos desempolvado a Evangelina Cosío, la Juana de Arcos cubana.

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