Una casita de ensueños

Foto: Cortesía de la autora
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Al entrar había silencio, los niños dormían. Solo Kelvin le hacía resistencia a su educadora para no acostarse. Es horario de siesta y en la Casita Infantil Ismaelillo, se siguen las normas como en cualquier círculo infantil: hay horario para los juegos, turnos de actividades educativas, alimentación y descanso.

A Kelvin le gusta el dibujo y no tiene para cuando terminar, es feliz mostrando sus “obras” y jugando con su trencito.  Finalmente, con mucha dulzura, “la seño” logró que se quedara en su catrecillo, con un gesto del pulgar en los labios me indicó hacer silencio, entonces salí para no molestar.

La casita

Supe de la mano de la proyectista de este hermoso espacio, arquitectaArlet Flores Alfonseca, que el local fue preparado con todos los detalles para que los niños de trabajadoras y trabajadores de la Oficina del Historiador,queden a buen recaudo mientras sus padreslaboran; también hay dos capacidades para niños de la comunidad, sumando una matrícula total de 15 pequeños.

Al mostrarme los locales que conforman la casita no dejan de brillar sus ojos, y como una niña más, disfruta ver a los pequeños llenarla de alegría desde el pasado 8 de marzo; siente que varios meses de investigación y trabajo intenso, dieron lugar a tan noble empeño.

El nombre rinde culto a la obra Ismaelillo,que dedicara José Martí a su hijo, y toda la temática decorativa va ligada a esospoemas; por eso predominan las coronas en las sillitas, las mariposas en la pizarra y estantes, nubes mágicas en el techo, y por algunos sitios los diferentes animalitos del bosque dan colorido al salón principal.

Arlet

La joven arquitecta soñó este proyecto con mucha responsabilidad.  Los colores vivos y brillantes que puso en los estantes y muebles multifuncionales, dieron vuelo a su imaginación y volvió a la niñez y a su círculo infantil, para crear ese lugar que de pequeña le habría gustado disfrutar.

Arlet ha trabajado en varios proyectos, entre ellos figuran algunos para la restauración del Museo Provincial, para la Casa Quinta Amalia Simoni, para la Fundación Nicolás Guillén y para la escuela Especial Héroes del Moncada; pero el de la Casita Infantil Ismaelillo es el más completo y le dio la oportunidad de trabajar el interiorismo y la decoración, que tanto le gustan.

Se sumaron a la proyectista un ingeniero civil, un electricista y luego entraron los estudiantes de la Escuela de Oficios para apoyar en la albañilería, pintura y carpintería. Fue esta sin dudas una obra de mucho amor, sensibilidad y varias manos y voluntades unidas; por eso el proyecto Carsueños no podía quedar lejos de su público estrella: los niños, y confeccionó el peinetero y otros útiles necesarios para las actividades diarias.

Otros trabajadores de la Oficina también pusieron su granito de arena, y entregaron un extra de su tiempo y esfuerzo en función de la Casita; se organizó, además, con mucho cariño y entusiasmo una donación de juguetes por parte del colectivo.

De salida

Volvemos para dar una mirada al pasillo, ya los cuatro pequeños que están en adaptación quedaron dormidos y la maestra y sus dos auxiliares sonríen desde el silencio. Entonces le pregunto a Arlet qué siente al ver que su obra ya da utilidad,y con una sonrisa de satisfacción me responde:estoy feliz y con el deber cumplido, pues los que saben querer ya tienen una casita hermosa, para que sus padres puedan trabajar con toda tranquilidad. 

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