Más de un año llevamos enfrentando un estilo de vida diferente, conviviendo con una enfermedad que por peligrosa; hasta se pasa de la raya, como decimos en buen cubano. Pero a pesar de este escenario convulso en que vive el mundo y el país, lo que no debemos perder son los valores y la decencia.
En conversación con Néstor Joel Hernández Medina, Especialista en Seguridad y Protección, Jefe de Grupo de Control en la Oficina del Historiador; un tema que preocupa y ocupa a todos resultó protagonista del intercambio: el comportamiento de las manifestaciones de robos en los espacios públicos y monumentos de la ciudad.
Explica el especialista que desde finales del año pasado y hasta la fecha la Oficina del Historiador, ha efectuado alrededor de 5 denuncias a partir de la sustracción de lámparas LED con un costo aproximado de 2 000.00 pesos.
Existen varios espacios que se encuentran afectados por estas acciones y hoy no cuentan con equipos para la reposición; ellos son: Plaza de la Revolución, Parque Agramonte, Fuente de Camilo Cienfuegos, Parque de Las Leyendas y el Sitio Aguada de Pineda; de este último se sustrajo además una tarja de bronce en conmemoración al lugar.
Pero las indisciplinas no quedan allí han sido víctimas también, los bancos situados en la Plaza de los Trabajadores y el Parque de las Leyendas.
Según Hernández, en los procesos de investigación se ha constatado que dentro de las causas de los delitos; se encuentran la falta de responsabilidad por parte de los agentes que custodian el lugar y las indisciplinas sociales que van más allá de lo material que sustraigan, porque sobretodo atentan contra la posibilidad de disfrutar a una ciudad bella y cuidada.
No son tiempos de destruir, robar, ni maltratar lo que con tanto esfuerzo se construye; es la hora precisa para valorar el patrimonio que porta nuestra ciudad y del que todos somos responsables.