Siempre que visito la ciudad de los muertos, contrario a sentir algún tipo de miedo o de prejuicios con el lugar, me quedo mirando su curioso trazado y las bellezas arquitectónicas que desde hace más de 200 años lo poblaron.
Vale recordar que El Cementerio General de Camagüey, es el más antiguo en funcionamiento en Cuba, fue fundado el 3 de mayo de 1814, en lo que entonces se consideraba la periferia de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe; y hoy forma parte de una ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Valores tiene muchos, incluso algunos que lo distinguen entre el resto de los cementerios patrimoniales de Cuba. En él están todas las tendencias constructivas que llegaron a la ciudad y son muestras cercanas de cada estilo; figuran el art nouveau, el art decó, el ecléctico, variantes entre las que destaca el neogótico y el más difundido sobre todo en panteones del primer y segundo tramo: el neoclásico.
Por esas y otras muchas razones, es justo parar su deterioro visible y honrar la memoria de tantos hijos de esta tierra que allí reposan. Para tales fines La Oficina del Historiador desarrolla un proyecto que interviene el segundo tramo o calle principal, devolviendo la belleza y la paz que trasmite una visita a la necrópolis de Camagüey.
Panteones como el de los compañeros de Joaquín de Agüero, el de los combatientes de la Revolución y el de Amalia Simoni, son algunas de las edificaciones ubicadas en esa vía central.
Este tres de mayo se cumple el 205 aniversario de su fundación oficial en 1814, pues la construcción inicio dos años antes. La fecha será acogida con el avance de la esperada restauración y se hace necesario el concurso de todos, para mantener la limpieza y el cuidado de esta joya arquitectónica, que hoy cuenta sobre la historia y el valor de muchos camagüeyanos y a dónde iremos al descanso eterno algún día.
Foto: Maylen Rodríguez