Una Sala de Conciertos para Camagüey se hace realidad

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¿Cuántos camagüeyanos no habrán anhelado, por años, asistir a un lugar donde se pudiera disfrutar de la música clásica? Para muchos fue un sueño realizado cuando concurrían a la ciudad representantes del género, porque mientras solo un silencio perpetuo invadía esos deseos.

Pero en un abrir y cerrar de ojos lo que fue una utopía comenzó a convertirse en realidad desde finales del 2016, cuando la Oficina del Historiador de la Ciudad acogió el proyecto de rehabilitación de lo que fuera originalmente la Capilla de las Hermanas Reparadoras, y con los años había pasado por varios usos, para convertirlo en la merecida Sala de Conciertos José Marín Varona que tanto desean los que habitan estas tierras de elevada cultura.

Nos cuenta la proyectista general de la obra

Yaxely González Carmenates – una mujer que se apasiona con su trabajo y como fruto de él ha recibido múltiples premios- que en los inicios el lugar daba un poco de tristeza; las paredes llenas de hollín, de cuando sirvió para cocina, los elementos artísticos decorativos que posee con huellas del tiempo y el maltrato por los múltiples fines para los que se dedicó. Por lo tanto era un reto apasionante para ella.

A través de la investigación histórica se supo que en sus inicios existieron tres vitrales, los cuales estaban tapiados y se le incorporaron al proyecto, explica Yaxely que se aprovechó la acústica del lugar, se elevó el escenario de nivel, se montó la marquesina y se incluyó una escalera de metal en forma de caracol para acceder al coro. Además se respetaron los elementos tipológicos de la arquitectura de principio del siglo XX.

La arquitecta hizo un breve apunte acerca de la necesidad de rescatar el inmueble que dentro de su alto valor histórico cuenta con que a su lado vivió la madre del hijo de José Martí, Carmen Zayas Bazán.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Camagüey (2014). Editora de textos. Profesora universitaria. Cubana 100%. Me encanta mi profesión, la música, la naturaleza. Adoro el amor de la familia y de los amigos sinceros. Confío en el mejoramiento humano. Defiendo los animales e irradio amor cuando escucho al dúo Buena Fe o cuando mi hija me dice que me ama.
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