Por : Lic. Carlos de Jesús Hernández Fernández
Téc. Gisell Bárbara Pons Aguilar
Las pinturas murales son una de las manifestaciones artísticas más antigua, pudiéndose citar la cueva de Altamira. “[…] como toda pintura, es un revestimiento de materia colorante conformado por pigmentos y vehículo y como tal cumple dos funciones importantes.[1]”
-proteger los muros contra la acción de diversos agentes dañinos como la humedad, microorganismos, productos químicos, roces y otros.
-establecer una comunicación visual con el lenguaje artístico, que cualifica los ambientes arquitectónicos; ornamentándolos y produciendo ciertos efectos psicológicos y placer estético.
La riqueza se fundamenta en la variedad de expresiones culturales y logros estéticos, la diversidad de los materiales, composición y técnicas utilizadas.
Pintura Mural en Camagüey. Policlínico José Martí
La ciudad de Camagüey no está exenta de la presencia de estas decoraciones en los interiores de las edificaciones, teniendo como ejemplo la ubicada en la galería del segundo nivel del Policlínico Universitario “José Martí”.
Al analizar la obra en cuestión, artísticamente se clasifica la decoración en cenefa a nivel de piso, que se define, según la Arquitecta Elizabeth María García Vitar en su tesis de maestría, como una “[…] composición en forma de franja que puede ser recta o curva, en ocasiones se adapta a las líneas de contorno del muro o de los vanos y se basa en la combinación sistemática de elementos ornamentales, ya sea geométrico, caligráfico, zoológico o botánico. Pueden estar delimitadas por líneas paralelas en ambos márgenes de la franja, en uno solo o en ninguno.”
La decoración ubicada en este inmueble presenta una altura de 1.80 metros sobre un rodapié, ubicándose en un mismo muro y dividida en cinco paños, producto de vanos de puertas y ventanas. Iconográficamente, se aprecian guirnaldas estilizadas, que se entrelazan en forma sinuosa y están decoradas con pequeños motivos florales y círculos, pintadas en tonos amarillos pálidos, verdes y rosas sobre un fondo blanco; alternado los motivos que se repiten, con la interposición de otro motivo que se reproduce a su vez de forma continua, repitiéndose en la misma posición y dirección. En el caso del intervalo zócalo-remate de cenefa[2], este se encuentra decorado. En la parte superior, resalta una franja de color rojo con óvalos de color ocre y detalles florales alrededor de estos[3]. En cada paño se ubica un rombo pintado en tonos crema y delimitado por líneas rojas y grises, conteniendo hacia el centro la imagen de un jarrón azul con flores. El mismo es de forma clásica, con pie y cuerpo acampanado. Las flores estilizadas, con tonos azules, rosas y verdes; y sus formas recuerdan a las flores de estilo clásico.
En el quinto paño, en su iconografía no se encuentra los elementos compositivos de la cenefa explicados con anterioridad en el remate de cenefa[4] y en el intervalo decorado, presumiblemente se han perdido a causa de las remodelaciones que ha sufrido el inmueble. Solo existe un elemento semejante a una columna de color ocre, presumiblemente del orden dórico por su tipo de capitel. Hay que resaltar que estos elementos decorados se localizan en el paño uno y cuatro.
Valor patrimonial
Las pinturas murales constituyen ventanas al pasado, mostrando cómo vivían las personas, sus creencias y sus costumbres. Además, son una forma de expresión que puede transmitir mensajes sociales y políticos, convirtiéndose en un medio de comunicación visual que trasciende el tiempo.
El valor patrimonial de la pintura mural también radica en su técnica y en los materiales utilizados, que pueden variar según la época y la región. La preservación de estos murales es fundamental, ya que son testigos de la evolución artística y cultural de la humanidad. En resumen, la pintura mural no solo es arte; es un legado que nos conecta con nuestras raíces y nos ayuda a entender mejor nuestra identidad cultural.
Imagen del muro con la presencia de las pinturas murales, antes del proceso de intervención. Noviembre de 2023.
Pinturas murales del paño 1 y paño 5, donde se observa la perdida de esta ultima de los elementos compositivos de la cenefa y el intervalo zócalo-remate de cenefa
[1]Taller de Pintura Mural. Cuaderno de Apuntes. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La Habana, Cuba. 1993.
[2] Es la superficie del muro que se encuentra entre el zócalo y el remate de la cenefa y puede presentar decoración o no. Aunque no se encuentre decorado, el color del intervalo es diferente al color del resto del muro. En caso de que el intervalo presente decoraciones, estas pueden ser muy sencillas, formadas por líneas y franjas de colores o por composiciones de diferentes elementos ornamentales.
[3] Hernández Fernández, Carlos de Jesús. Dictamen técnico de pintura mural del Policlínico Centro José Martí. Oficina del Historiador de la Ciudad Camagüey. Camagüey. Cuba. 2023.
[4] Es la decoración que corona la pintura mural, puede estar formado por agrupaciones de líneas y franjas de colores o por la combinación de líneas, franjas y composiciones de elementos ornamentales. En este último caso las líneas y franjas limitan la parte inferior del remate y pueden o no limitar la parte superior.