¿Mamá qué es patrimonio?
Retumba en mis oídos una pregunta que no es nueva; pero me hace reinventar la repuesta para que una niña de 5 años pueda comprender.
Tanto escucha acerca del cuidado del patrimonio, de los niños y el patrimonio, de qué podemos hacer para mantener la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad en Camagüey; que ya se tardaba el cuestionamiento.
Respondiendo…
Mi amor, el patrimonio no son sólo los peluches con que juegas y los lápices con los que dibujas; ese es parte de lo que posees para construir tus sueños; el patrimonio es mucho más: es aprender los cuentos de la abuela para contárselos a tus nietos, es mantener bonito un edificio que habla en cada ladrillo, escalera y cubierta, de una rica historia; es cuidar tu ciudad.
¿Pero qué tiene que ver la ciudad con el patrimonio? A mí me gustan mucho los recorridos de verano que hacen en la Oficina del Historiador, allí se habla mucho de historia y patrimonio; pero sigo sin entender …
Sofi, tú misma eres portadora de patrimonio. Tu generación lleva códigos que se sumarán a los que hemos heredado de otras que nos antecedieron. Te explico mejor…
Existen varios tipos de patrimonio, así como puedes observar diferentes flores, para poner un ejemplo. Está el patrimonio que no ves, que no se puede tocar; pero te regala formas de hablar, bailar, cantar, contar un cuento o vestirte y el que ves, sea creado por la naturaleza o el hombre; de todos ellos tu ciudad es exponente certera.
Reflexionando…
Fijó sus ojitos en mí y lentamente levantó una ceja en reacción de asombro. Tiempo después regreso en ráfaga otra pregunta: ¿Y qué podemos hacer para que el coronavirus no destruya todo eso que es el patrimonio, lo que se ve y lo que no se ve?
Pues es una tarea difícil, porque mucho antes de que el coronavirus compartiera nuestras vidas; ya existían personas que no valoraban el patrimonio y mucho menos su cuidado; pero no te asustes también existían muchas que se desvelaban porque se conservara.
En los tiempos que corren, creo mi niña que debemos multiplicar la esperanza de un mejor amanecer. Tú misma anhelas correr por la Plaza del Carmen, para luego descansar cuando te sofoques; justo en la silla que brindan las chismosas de las esculturas.
No perder los sueños y reconocer que nosotros también somos parte de ese patrimonio que se activa cuando hacemos una acción positiva en favor de la ciudad, desde nuestro propio barrio, cuidando el entorno o contándole a tus amiguitos por teléfono que se debe cuidar todo lugar que guarde un pedacito de historia para no olvidar jamás de dónde venimos y quienes somos; pues será una manera para que el virus no borre de la memoria y el corazón ese patrimonio que nos sigue esperando, ese patrimonio que cultivamos primero en nuestras tradiciones y manera de ser, ese patrimonio que es reflejo de nuestra cultura.
Entendí mamá, no todo; pero algo… Yo también soy patrimonio.