210 años han transcurrido desde que llegó la imprenta a Puerto Príncipe por el tipógrafo habanero Mariano Seguí de los Olivos. El 8 de diciembre de 1812 abrió la matriz El Espejo, primer periódico impreso editado en la Villa y que abordó temáticas de la industria, la agricultura y la economía.
Su apertura se produjo en un contexto en el que, por el Real Decreto del 11 de noviembre de1810, el Consejo de Regencia de las Cortes de Cádiz articulaba la libre emisión de pensamiento en la Península y Ultramar, emitida en la Constitución de 1812. Sin embargo, el impulso duró poco, pues dos años después la Constitución fue abolida en España, y, por tanto, las libertades, reprimidas.
El Espejo nació polémico
A El Espejo se le acusó de denigrar al Teniente Gobernador, y como en él se publicó de nuevo sobre lo mismo y el abandono de las calles, fue amenazado por “propagar ideas revolucionarias y de deslealtad”. En consecuencia, no se le cerró el expediente de la Junta de censura calificado como “libelo injurioso” ante tal acusación. Mariano Seguí vendió la imprenta y retornó a La Habana.
El 22 de diciembre fueron comisionados el Alcalde 1ro don Diego Antonio del Castillo y el Regidor Don Francisco Javier Batista para que emprendieran la obra del Cementerio general, de cuyo acuerdo se mandó a pasar nota a la imprenta para su publicación en el ya notorio periódico El Espejo.
El periodista e investigador Eduardo Labrada afirma que en 1813 la cabecilla del periódico cambió por Espejo de Puerto Príncipe, denominación acogida con agrado por los lectores de la época. Luego, en 1814 asume el nombre de Espejo Diario por su frecuencia de circulación.
Del primer periódico al Patrimonio Documental del Camagüey
El primigenio periódico logró sintetizar informaciones sobre el nuevo siglo que entonces se desarrollaba. Anotó las aspiraciones, inquietudes y tensiones del contexto colonial; de manera que desde sus inicios, la prensa -atesorada en las bibliotecas, hemerotecas, Fondos raros, archivos estatales y particulares, museos… forma parte del patrimonio documental por su alta valía.
El patrimonio cultural documentario es un componente imprescindible de la memoria colectiva. El cuidado de la prensa camagüeyana correspondiente a las etapas Colonial, Republicana y Revolución en el poder determina el alcance de cuánto se valora la herencia cultural.
El patrimonio documental y el programa Memoria del Mundo
El programa Memoria del Mundo, creado en 1992 por la UNESCO, tiene el propósito de incrementar la conciencia y la protección del patrimonio documental mundial y lograr su accesibilidad universal y permanente.
Este programa declara que el patrimonio documental mundial pertenece a todo el mundo, que debería ser plenamente preservado y protegido para todos; y con el debido respeto de los hábitos y prácticas culturales, debería ser accesible para todos de manera permanente y sin obstáculos.
La misión del Programa Memoria del Mundo es incrementar la conciencia y la protección del patrimonio documental mundial y lograr su accesibilidad universal y permanente. Desde el año 2005, Cuba se inserta en el programa Memoria del Mundo, en el que ha escrito colecciones que pasan a formar parte del registro de documentos declarados Memoria del Mundo.
Ante tal demanda por el cuidado, el respeto, el conocimiento y la salvaguarda, podría proponerse la inscripción del patrimonio documental impreso desde la llegada de la primera imprenta a Cuba hasta el siglo XX al programa Memoria del Mundo.
Fuente:
– Labrada, Eduardo (1987) La prensa camagüeyana del siglo XIX, Editorial Oriente.
– Padrón, Juan Nicolás https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2020/10/el-nacimiento-de-la-prensa-en-cuba-papel-periodico-de-la-havana/.