9 de junio de 1903: De ciudad de Puerto Príncipe a ciudad de Camagüey

Foto: Cortesía del autor
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Por: MSc. Ricardo Muñoz Gutiérrez

El 9 de junio de 1903, el Ayuntamiento del Municipio de Puerto Príncipe acuerda cambiar el nombre al municipio y a la ciudad de Puerto Príncipe por el término aborigen de Camagüey.

El acuerdo respondía a antecedentes históricos e influencia aborigen. Aunque a la llegada de los españoles a la hoy Bahía de Nuevitas la nombraron como Puerto del Príncipe y al fundar la villa, un tiempo después, lo hicieron con el rimbombante nombre de Santa María del Puerto del Príncipe, y posteriormente la población fue trasladada a un segundo asentamiento y, en 1928 a un tercero entre los ríos Tínima y Hatibonico, al cacicazgo que los hispanos tradujeron con el nombre de Camagüey, siguieron identificando a la Villa con el mismo nombre de su fundación.

No obstante, más de dos siglos después, los topónimos aborígenes proliferaban por la región y algunos vecinos —criollos o rellollos— nombraban a la villa, según el obispo Morell de Santa Cruz, por el nombre “…grosero de Camagüey.”[1] Otras referencias muestran, desde principios del siglo XIX, el uso de los términos camagüeyanos y El Camagüey; este último muy utilizado por El Lugareño para quien la villa no era ni santa, ni puerto, ni príncipe.

Los sucesos de 1851 y, en particular el fusilamiento de Agüero y sus compañeros, generó la composición poética que identifica a las mujeres como camagüeyanas, en el verso “Su muerte llora el Camagüey entero”[2]

Hacia 1860, familias usaron como nombres para sus hijos Hatuey y Guarina y cuando en esta década, los revolucionarios del territorio comenzaron a conspirar para iniciar la lucha independentista crearon la Junta Revolucionaria de Camagüey y, en la Reunión de Las Minas, formaron el Comité Revolucionario de Camagüey. Durante las guerras de independencia la República en Armas y el Ejército Libertador usó varias veces nombres aborígenes para identificar territorios o unidades combativas: prefectura Jimaguayú, división Camagüey, brigada Caunao, etc.

El 1º de enero de 1878 la Corona Española implanta una nueva división política administrativa en Cuba; divide la colonia en provincias y municipios. Se crea la provincia Puerto Príncipe con cinco municipios; el más importante, el también nombrado Puerto Príncipe. Los dos términos territoriales tienen como ciudad cabecera la antigua ciudad de Santa María; pero identificada ahora solo con el mismo topónimo, Puerto Príncipe.

Otra evidencia del arraigo de lo aborigen en los hijos de la región ocurre a fines de la década de 1880 y principios del 90 cuando se desarrollaron torneos de béisbol en la ciudad con equipos nombrados Yara, Jimaguayú, Tínima, Jatibonico y Camagüey.

En febrero y marzo de 1899, inmediato al fin de la dominación española, los anteriores deseos e identificación con el origen autóctono se mezclan con la posibilidad de borrar la huella española en los nombres de espacios públicos y calles en la ciudad; son frecuentes las peticiones y acuerdos del Ayuntamiento de Puerto Príncipe renombrando parques y calles con sabor cubano: parque Ignacio Agramonte, calles Cisneros, Martí, Independencia, avenida de La Libertad y muchos más que obligaron al órgano legislativo a rechazar las nuevas solicitudes por los inconvenientes prácticos que generaba la cantidad de ellas.

En 1903, cuando ya el Estado Cubano estaba organizado como República —aunque bajo la tutela de los Estados Unidos— los camagüeyanos hicieron realidad un viejo anhelo. El 22 de abril de ese año el Consejo de Gobierno Provincial acordó cambiar el nombre a la provincia y nombrarla Camagüey; 47 dias después, el 9 de junio, le sigue el Ayuntamiento Municipal.

Los hijos del Camagüey, protagonistas de una historia legendaria que enaltecía su identidad querían llevarla con orgullo y nombre propio: identidad camagüeyana.

Fuentes:

-Morell de Santa Cruz, Pedro A.: La visita eclesiástica, Selec. y prologo de Cesar García del Pino, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1985.

-Muñoz Gutiérrez, Ricardo: Del Camagüey: historias para no Olvidar I y II. Editorial Ácana, Camagüey, 2020.

-Rivas Agüero Miguel A.: Joaquín de Agüero y sus compañeros. Editorial Lex, La Habana, 1951.

[1] Pedro A Morell de Santa Cruz: La visita eclesiástica. p. 65. En: Ricardo Muñoz Gutiérrez: Del Camagüey: historias para no Olvidar I y II. p. 11.

[2] Miguel A Rivas Agüero: Joaquín de Agüero y sus compañeros. p. 143. En: Ricardo Muñoz Gutiérrez: Ob. Cit. p. 12.

 

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