90 años de la partida de Juan Gualberto Gómez

Foto: Cortesía de la autora
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El 5 de marzo, a las seis y media de la mañana, cedió ante la muerte quien no lo hizo ante la fuerza ni ante el halago de comodidades y riquezas: Juan Gualberto Gómez Ferrer. Respetaron su voluntad. No fue tendido en el Senado de la República ni consintió honores militares. Villa Manuela, su pobre residencia, fue la casa mortuoria.

Su biógrafo Leopoldo Horrego Estuch, subraya: “El austero e incansable rebelde, de historia inmaculada, no dejaba más fortuna que un nombre reverenciado e ilustre, sinónimo de ejemplaridad ciudadana, del que se puede decir que jamás miró de qué lado se vive mejor, sino donde está el deber, como cubano y como hombre”.

Juan Gualberto y la Enmienda Platt

Durante la Constituyente de 1901, celebrada en el Teatro Martí de La Habana, el general Leonardo Wood no dejó más alternativa a la Convención que aceptar la Enmienda Platt.

En carta a Teodoro Roosevelt fechada el 12 de abril de 1901, que se conserva en la Biblioteca del Congreso, el interventor Wood dio rienda suelta a su odio y escribió: “Hay unos ocho, de los treinta y un miembro de la Convención, que están en contra de la aceptación de la Enmienda. Son los degenerados de la Convención, dirigidos por un negrito de nombre Juan Gualberto Gómez, hombre de hedionda reputación así en lo moral como en lo político”.

En su libro “Juan Gualberto Gómez, Paladín de la Independencia de Cuba, Emilio Roig de Leuchsenring resume aquel trágico episodio: “Pero no es posible negar que nuestras simpatías siguen, en aquel momento de la historia de Cuba; a los que se mantuvieron desesperadamente fieles al ideal de independencia absoluta que había encarnado en Martí y en nuestros mejores libertadores. Y resplandece, inmarcesible, el hecho de que Juan Gualberto Gómez fue el héroe de aquella incruenta pero angustiosa jornada en que, hombre de paz, se igualó en esfuerzo viril y en resistencia inquebrantable a los más bravos combatientes de los campos de Cuba Libre”.

El Camagüey y Juan Gualberto Gómez

El pensamiento de unidad de Juan Gualberto Gómez en la organización de la Guerra Necesaria en Cuba encontró un apoyo esencial en las asociaciones de Instrucción y Recreo de negros y mestizos de Puerto Príncipe, las cuales pertenecieron al Directorio Central de Sociedades de la Raza de Color.

De manera similar, la visión de la educación como el fundamento esencial para el progreso social encontró tierra fecunda en el pensar del intelectual independentista Juan Gualberto Gómez. Todavía en la historia del pensamiento cubano está insuficientemente socializadas su pluma y su letra.

Justo al año de su fallecimiento, el registro de Asociaciones de Camagüey aprobó la asociación provincial Amigos de Juan Gualberto Gómez, en el año 1934.

En este sentido, la líder social y político, maestra normalista Felicita Ortiz -junto con el abogado y dirigente político Dr. Francisco Guillén Batista- desarrollaron un liderazgo nacional de inclusión social y de lucha contra las discriminaciones que fueron visibilizadas en el Centenario de Juan Gualberto Gómez (1954), soportado en la Convención Nacional de Sociedades Cubanas, conmemorada en ese propio año.

 Visión guilleneana de Gómez

En Don Juan, enfoca el problema racista de una manera original, con la dualidad Martí – Juan Gualberto: “Hijo de su tiempo, lo mismo que Martí”; “Campeón de la unidad nacional, como Martí”; “el mismo pensamiento que Martí”.

Mientras el “pequeño blanco” se inclina por el camino del verso, al “pequeño mulato” le reserva “el oficio de carruajero”. Pero el talento de Juan Gualberto lo hace tan prominente como el otro.

Subraya Guillén: “Después de Martí, no hay en el período que procede al estallido de la segunda guerra de independencia, figura alguna con la sagacidad, el coraje, la fuerza interior, la amplia mirada política de Juan Gualberto Gómez.”

Más adelante: “Martí y Juan Gualberto mucho tienen que hacer en Cuba todavía”. Deben actuar en presente, aunque la lógica de la vida indique lo contrario, sin embargo, Guillén afirma: “Ellos no viven ya, pero vivimos nosotros”.

Actualidad de su pensamiento

Obligando la situación existente en Cuba (1933) a proteger con la intervención, la vida y las propiedades de sus nacionales y la libertad ciudadana, un reportero de El Mundo le preguntó a Juan Gualberto lo que opinaba sobre esta intervención, a lo que este replicó: “Prefiero la muerte antes que darle mi aprobación. Recuerde que yo fui el oponente en la Convención Constituyente del dictamen contrario a la Enmienda Platt.”

Fuentes:

Grandes Periodistas Cubanos. Juan Gualberto Gómez. Preparando la Revolución. (1936) Publicaciones de la secretaría de Educación. Dirección de Cultura. La Habana.

Guillén. Nicolás (2002) Prosa de prisa. T1. Editorial Unión. Ciencias Sociales. https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.cubainformacion-juan-gualberto-gomez-y-jose-marti-dos-cubanos-independentistas

– Horrego Estuch, Leopoldo (2004) Juan Gualberto Gómez. Un gran inconforme, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba.

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