Manuel Ramón Silva Zayas, fue un hombre polifacético, culto. Entre sus múltiples aristas (médico, patriota, constituyente, pedagogo, orador, gobernante, político) se encuentra su labor periodística, la cual puede ser dividida en dos etapas.
De tal padre el hijo
El periodismo, al igual que la medicina, fue una profesión heredada de su padre, Manuel Ramón Silva Barberí, quien dirige el primer periódico oficial de la insurrección en Puerto Príncipe en la Guerra Grande, “Tínima”, que comienza a circular a mediados de febrero de 1869, pero tuvo corta duración.
“La Verdad”, primera etapa
Ya en pleno ejercicio, aunque existen diferentes percepciones según las fuentes estudiadas, formó parte del colectivo de redactores del “periódico cubano independiente” La Verdad en una primera etapa; si bien no se pudo identificar su rol específico dentro del mismo. El bisemanario inicia su publicación el 5 de abril de 1889. Contó con cuatro páginas en pequeño formato, con material distribuido en dos columnas.
Este se dedicó fundamentalmente a reproducir aquellas circulares militares que durante la guerra imprimieron los periódicos mambises, comentarios sobre la Guerra de los Diez Años, cronología de las acciones militares y algunas notas políticas en las que se criticaba abiertamente a España y todo lo que representaba. Por tal razón sus redactores y director fueron perseguidos y obligados a utilizar seudónimos. Además fue clausurado a las pocas semanas de su aparición.
La Verdad, segunda etapa
Una vez terminada la contienda del 95, se reanuda la publicación de La Verdad, en la que se pudo constatar su función como director en este segundo momento. La imprenta y redacción estaban en la Plaza de las Mercedes (en la actualidad Plaza de los Trabajadores), en el mismo lugar donde estuvo enclavado el periódico El Fanal. Contaba con cuatro páginas de seis columnas cada una. En la primera se publicaban anuncios y la última muchas veces era ocupada solo para sus intereses. También se divulgaban informaciones, se escribían comentarios, se hablaba algo de literatura, incluso tenía una sección de crónica social.
Sin embargo, se observan tratamientos distintos en los textos consultados sobre el rumbo que toma, pues en más de una ocasión polemizó con el diario Las Dos Repúblicas, bajo la dirección de Pedro Mendoza Guerra, la cual compartiría con Nicolás Guillén Urra posteriormente, figurando entre sus principales redactores Manuel Márquez Sterling.
Conclusiones
Acercarse a la figura de Manuel Ramón Silva Zayas, a través de su periodismo, es también aproximarse a sus ideas, a la vida de un hombre polifacético, de múltiples aristas que merece una profundización adecuada.
Bibliografía
Augier, Ángel. Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico-crítico. Editora del Consejo Nacional de Universidades, Universidad Central de Las Villas, 1965.
Labrada Rodríguez, Eduardo. La prensa camagüeyana en el siglo XIX. Eidtorial Oriente, Santiago de Cuba, 1987.
Suárez Cedeño, Jorge. Manuel Ramón Silva Zayas (Médico, Polígrafo, Revolucionario y Luchador Antimperialista 1866-1919). Cuadernos de Historia de la Salud Pública, número 44. Publicación del Consejo Científico, Ministerio de Salud Pública, 1967.