Por: Karen María Hernández Rodríguez
Los aborígenes en Cuba conocían el tabaco y otras sustancias alucinógenas para motivos religiosos, funciones curativas e inhalación. Con la llegada de los españoles a la Isla, se adopta rápidamente el consumo del tabaco y se importa a Europa extendiéndose su uso.
La costumbre de fumar en pipas no comenzó hasta la segunda mitad del siglo xvi, a partir de su introducción en Inglaterra pipas de confeccionadas por los indígenas norteamericanos y posteriormente se fabricaron en arcilla. Por su parte, Holanda comienza a elaborar pipas a principios del siglo xvii.
En Camagüey, las primeras industrias de tabaco y cigarro se establecieron durante el siglo xvii. El uso de las pipas no sólo fue para las altas esferas de la sociedad sino que la costumbre rápidamente se difundió en las clases populares y esclavos africanos, los cuales también las manufacturaron. Varias se han identificado en sitios vinculados a la esclavitud como cafetales, ingenios y refugios de cimarrones, así como en contextos urbanos.
Hallazgos en la ciudad de Camagüey
En 1824, las pipas para fumar de terracota y caolín, constituían uno los productos que se importaban desde la península ibérica y otros países de Europa. Posterior a la segunda mitad del siglo xix, se observa en Puerto Príncipe un aumento en el número de edificios comerciales y establecimientos dedicados a la tabaquería y venta de artículos asociado al consumo del tabaco.
En Camagüey abundaron las producidas en Holanda y España. Su hallazgo se reporta en varios contextos que datan de los siglos xviii- xix, como el sitio Hotel Habana, Regidor, Hospital de San Juan de Dios, Fábrica de Camisa y Palacio Pichardo, que revela unas variadas series de pipas de arcilla para fumar.
Entre los exponentes resulta interesante el hallazgo de dos fragmentos de boca de pipa de cerámica ordinaria en el sitio antiguo Hotel Habana, presuntamente confeccionada por la servidumbre esclava. Las características morfológicas de estas piezas es rústica, sin apenas decoraciones ni esmalte y una de las piezas, presenta una decoración simple con líneas incisas alrededor de la boca.
Características de las piezas
Este tipo de objeto se considera que tiene una vida útil promedio de no más de dos años. La cronología se establece habitualmente a partir de las tipologías morfológicas y comerciales, puesto que muchos fabricantes de pipas crearon nuevos modelos exclusivos y marcaron sus productos con inscripciones lo que permite su identificación.
Las pipas de arcilla están conformadas en tres partes: 1) la cazoleta, también denominada hornillo o tabaquera, donde se coloca el tabaco, la que puede presentar un talón para su apoyo, y cuando este es algo más largo se denomina espuela o pedúnculo. 2) La caña, que es hueca y por donde se inhala el humo del tabaco de la cazoleta, puede ser corta o muy larga. 3) La boquilla, constituye la parte distal de la caña y en ella se introduce la boca.
De los materiales encontrados, predominan las pipas de arcilla blanca, conocidas como pipas “de caolín” que comenzaron a fabricarse en Europa en el siglo xvi. Un rasgo distintivo es su color blanco, fragilidad y su forma. Las de procedencia españolas o catalanas fueron manufacturadas en arcillas o terracota sin esmaltar y entre los exponentes que abundan están las de cazoleta anchas decoradas con inscripciones, coronas, motivos florares y geométricos, que denotan un aire morisco en el diseño.
Bibliografía
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Orihuela, J., & VIERA, R. A. (2015). Las pipas de fumar tabaco del Castillo San Severino (Matanzas, Cuba): tipología, espectroscopia (SEM-EDS) y análisis contextual. Cuba Arqueológica , Año VIII (2), 5-32.
Pezuela, J. d. (1865). Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba (Vol. 4). Madrid: Imprenta de Establecimiento de Mellado a cargo de Joaquín Berrat.
