Por: Karen María Hernández Rodríguez
La edificación donde estuvo la Fábrica de Camisas tuvo varios usos y estuvo ligada a la evolución de la Plaza San Francisco (actual Parque José Martí), donde se edificó la iglesia convento de la Orden Terciaria de San Francisco, que conformó la plaza del mismo nombre y alrededor de la cual se edificaron varias viviendas de las familias más emblemáticas de la villa de Puerto Príncipe.
El inmueble se localiza en la calle Luaces No. 7, entre Academia y San Fernando. Los primeros datos históricos que se conocen datan de 1783, ante la hipoteca de la casa balcón de Doña Micaela de Geraldo, que lindaba por el costado del convento de la Iglesia de San Francisco y con la casa del Regidor Don José Francisco Caballero.
Durante el siglo XIX, la vivienda estuvo a manos de varios propietarios y tuvo varios usos, además de vivienda. En 1858, el inmueble fue arrendado por los Padres Escolapios como colegio, y posteriormente albergó al Batallón de León, al ser ocupado el convento de San Francisco como cuartel militar.

En el transcurso del siglo XX, la edificación sufrió varias transformaciones constructivas tanto a nivel de fachada como en su interior. Entre 1930- 1940, tuvo varios usos comerciales como el Mercado de San Francisco, la carnicería “El Sol” y la cafetería “Hildo”.
A partir de la década de 1974, funcionó como Fábrica de Camisas de la Empresa de Confecciones Textiles de Camagüey; hasta 2015 en que fue abandonado por las condiciones de derrumbe de parte de la edificación.
El inmueble fue estudiado en 2018 por el gabinete de Arqueología de la Subdirección de Investigaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC). La primera etapa entre marzo y junio, y la segunda, en noviembre de ese año, en el marco del I Taller Internacional de estudios históricos y arqueológicos en centros urbanos.
Las excavaciones se centraron en el sector que ocupaba el patio y permitieron rescatar parte de la cultura material y determinar la evolución del espacio a partir de diversas evidencias materiales asignables a distintos periodos cronológicos entre los siglos XVIII y XX.
Durante la intervención aparecieron varias capas de relleno de constructivo compuesto por ladrillos fracturados, restos de pisos, y tierra utilizados para rellenar y nivelar el terreno, fundamentalmente en la primera mitad del siglo XX, al instalarse la Plaza Mercado en el inmueble.

Los artefactos arqueológicos identificados pertenecen en su mayoría a actividades domésticas, entre los que se distinguen principalmente la cerámica utilitaria acordelada y torneada, mayólica, objetos de loza fina europea, frascos y botellas de vidrio, metal, restos óseos de dieta y de animales, y líticos; así como el hallazgo de elementos constructivos como la boca de un aljibe sellado, una base de poste -de la antigua edificación del siglo XVIII-, y restos de un antiguo piso.

De igual manera, se encontraron diversos artefactos de uso militar, del periodo en que el inmueble fue utilizado para el resguardo de tropas en la segunda mitad del siglo XIX. Fueron identificados casquillos y proyectiles de pistola, de piedras de chispa para fusil confeccionados en silex, botones de metal y un sable distintivo en miniatura perteneciente a un uniforme militar.
Con la investigación se pudieron concluir los diferentes periodos de ocupación del espacio y de los diversos grupos que interactuaron. El análisis de las evidencias materiales encontradas permitió ampliar el conocimiento sobre la cultura material del pasado de la ciudad.