La labor de la mujer cubana durante y después de las gestas independentistas fue fundamental. No solo acompañaron a sus esposos, conspiraron contra la Metrópoli, ayudaron como enfermeras, sino también contribuyeron en la protección de los símbolos que identificarían a esa etapa. Entre estas féminas se destaca Ana de Quesada y Loynaz, esposa del Carlos Manuel de Céspedes, quien a pedido de su esposo resguardó la bandera de La Demajagua.
Una petición especial
Ella se encontraba deportada en Nueva York, cuando el Padre de la Patria, le hizo dicha petición especial para de esta forma proteger tal insignia de hechos engorrosos, que empañaran su poderosa significación. Corría el año 1871 y Ana cargaba en su vientre a sus gemelos, Gloria de los Dolores y Carlos Manuel, a quienes su padre nunca llegaría a conocer.
Arribo de la bandera a Cuba
Una vez finalizada la Guerra Necesaria, a fines de diciembre de 1898, Ana regresa a la isla acompañada de su hijo. Arriban a La Habana el 1ro. de enero de 1899. Entre sus posesiones se encontraba celosamente guardada la bandera y una carta de Céspedes.
Donación a la Cámara de Representantes
El 4 de julio de 1902 decidió cumplir lo que fielmente prometió a su esposo, y donar a la Cámara de Representantes, aquella insignia que representaba la decisión de un pueblo de conquistar su independencia. El interés de la entrega se hizo notar rápidamente, por lo que para tal acto fueron citados en el hotel Pasaje (donde se hospedaba la viuda) los integrantes de la Cámara, así como otras personalidades, quienes habían participado en la Guerra de los Diez Años; al decir de la investigadora Teresa Fernández Soneira. Seguidamente, sería colocada la enseña en el Salón de la Cámara de Representantes, dentro del Capitolio Nacional.
Dudas sobre su autenticidad
En 1928 varios objetos son devueltos a Cuba, los cuales fueron llevados como trofeos a España. Entre ellos figuraba una bandera que se decía era la de Yara, por lo que se generó una angustiosa confusión. Para terminar con tal situación, se convocó a Candelaria Acosta, Cambula, a quien se le atribuía la confección.
El 16 de abril de ese año, en presencia de representantes, veteranos de la guerra, académicos, periodistas y otras personalidades; el presidente de la Cámara se dirigió a Cambula y le pidió que la examinara; corroborando la autenticidad de esta, pues la devuelta por la antigua Metrópoli difería en algunos elementos.
Actualidad
En la actualidad, la bandera de La Demajagua se encuentra en la Sala de las Banderas del Museo de la Ciudad, en La Habana Vieja, para que sea apreciada por todos.
Bibliografía
Fernández Soneira, Teresa. La mujer y las banderas en la Historia de Cuba.
Calcines, Argel y Celia María González. Bandera de La Demajagua (1868). Revista Opus Habana.