Por: Alejandro García y Jermir Varona Socías
El 29 de octubre de 1999 se inauguró la plaza Joaquín de Agüero, en honor a los patriotas fusilados en la otrora Sabana de Méndez en 1851.
La ejecución del proyecto constructivo fue la primera gran obra de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey (OHCC) y luego de un año de labores se entregó la plaza a la Comunidad.
La idea original de restaurar el lugar nace del interés de algunos vecinos de la zona y de Enrique Aguilar González quien por aquel entonces era delegado del consejo Popular Juruquey Bella Vista.
Según Enrique, antes de la intervención Oficina del Historiador en el lugar la plaza era conocida como la pista negra. Además, ahí se armaban los circos cuando visitaban la provincia y a decir de algunos vecinos en una ocasión se amarró un elefante a la base del monumento a Joaquín de Agüero y los patriotas fusilados en 1851.
Los vecinos de la comunidad empezaron con sus propios medios a rescatar el lugar, para ofrecerle el justo homenaje y respeto que merecía el monumento ahí presente. Luego la OHCC asumió la obra que no solo fue en la plaza sino también en sus alrededores, pues se habilitaron una serie de servicios útiles para los habitantes de la zona y que hasta esa fecha no podían disfrutar.
José Rodríguez Barreras, director de la OHCC nos comentó sobre la obra y la importancia que tiene este lugar en la comunidad “esta obra tiene un significado simbólico para la institución porque luego de la desidia de tantos años se logró saldar esa deuda del pueblo camagüeyano con Joaquín de Agüero y se realzó su figura. Además, fue nuestra primera experiencia para hacer proyectos de gran envergadura no solo por cambio por el cambio morfológico que recibió la plaza sino por la posibilidad de remarcar el por qué el Centro Histórico llega hasta aquí, algo que antes no parecía que fuera posible.
“Nos queda mucho por divulgar sobre la vida de Joaquín de Agüero y su importancia en la historia de Cuba. En eso nos seguiremos empeñando, por ello es meritorio que se recuerde este día y que no solo se haga como la inauguración de un espacio simbólico sino como el justo homenaje a un insigne patriota cubano.”
Hoy la plaza está llena de verdor y rodeada de una vida activa, pero la rutina citadina no puede devenir en olvidar a nuestros héroes. La tarja al pie del monumento da fe de ello. “Acuerdate cubano de que aquí fue fusilado por tu libertad Juaquín Agüero y Agüero”.
