A propósito del natalicio del Titán Antonio Maceo Grajales. Las últimas cartas que le escribió a su esposa María Cabrales

Foto: Tomada de internet
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A MARÍA CABRALES

Pinar del Río, julio 14 de 1896

Sra. María C. de Maceo

Mi siempre adorada esposa:

Le escribo a don Eduardo Pochet, remitiéndole una letra a la orden del portador, por valor de mil pesos oro, para que te ayude en tus necesidades y trabajos políticos.

Ya estoy bueno de mi herida y pronto estaré en la provincia de la Habana, de donde te escribiré.

La herida la recibí el 23 del pasado, después de 76 horas de fuego contra la columna de 12 batallones, 8 escuadrones y seis piezas de artillería, mandados por los generales González y Suárez Molani. Fue tan fuerte la zurra que llevaron, que no han vuelto. Se dice que estos salieron heridos; el primero salió para España. Por enfermo, según periódicos y el otro está en el hospital.

No soy tan largo porque tú no me escribes, parece que te has olvidado de mí. Parece que la política revolucionaria-mujeril, te tiene fuera de quicio.

Dios quiera que estés buena, gorda y sana y que nos veamos pronto, para tener el gusto de abrazarte en Cuba Libre. Tu esposo que te quiere.

A.MACEO.

A MARÍA CABRALES

La Gobernadora, Pinar de Río, diciembre 1º de 1896.

Sra. María C, de Maceo

Mi adorada esposa:

Últimamente recibí tres de tus deseadas cartas, en que me comunicas haberte mudado al campo, a restablecer tu salud, quebranto que me ha impresionado, por lo que me dice Tomás Estrada Palma, quien me escribe apenado por tus dolencias, y falta de recursos para recuperar tu salud. Mucho, pues, he sentido todo eso, no ya por tu pobreza, sino por tu estado, que siempre me alarma.

En los periódicos españoles que leo diariamente, unas veces me dan por muerto y otras por herido; pero lo cierto es que sólo recibí, más arriba del tobillo y una contusión en la pantorrilla derecha. Hace tiempo que no me pegan, sin embargo, es cierto de que por aquí se pelea mucho con los generales más afamados de España.

Mi estado de salud es el mismo que tenía cuando me separé de ti, pues no he cesado ni un solo día de medicarme. Tengo buenos médicos y no me falta medicina adecuada a mi enfermedad. Esta provincia, para la guerra, es mejor que Oriente, ofrece más ventajas para matar Generales españoles. Ya llevamos cinco de menos, que han caído aquí, todos de prestigio y de fama, mucha gente del ejército español sucumbe, debido a las condiciones del terreno.

Deseo que al recibo de ésta, estés buena y que no tengas más novedad. Tu esposo.

  1. MACEO

Bibliografía

Maceo, Antonio (1998) Antonio Maceo Ideología política. Cartas y otros documentos, Vol.II. Editorial Ciencias Sociales.

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