Centenario de la Radio Cubana: homenaje a sus voces

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Desde la creación de la radio en Cuba en 1922, por el músico y patriota camagüeyano Luis Casas Romero, junto a su hijo Luis Casas Rodríguez, mucho se ha trabajado en el devenir de este medio de difusión que sigue vivo en el corazón de muchos.

 Una ciudad como la nuestra que se prenda del buen decir y es reconocida en la isla como la cuna de buenos locutores, tiene mucho que contar sobre hermosas voces que hicieron historia en el éter y que aún se mantienen vivas en la memoria de la radio. Por eso en el centenario de la radio cubana creo oportuno repasar la historia de una voz imprescindible en el quehacer de los radialista camagüeyanos: Gróver Mármol Quintana.

Este encuentro fue en 2015, en su hogar de la Vigía, unos meses después con 84 años, el maestro se despidió del mundo, dejándonos el privilegio de contar su historia.

Con su voz  de tenor intacta y la alegría que siempre causa el regresar al micrófono, fui recibida. Así comenzamos una larga conversación que me hizo viajar por tres medios muy importantes de nuestro terruño, el Canal -11 de televisión, Radio Camagüey en su primera sede y Radio Cadena Agramonte, esta última donde laboró hasta el retiro en 1996.

Cuando se hizo locutor

Sus inicios fueron en una pequeña emisora privada que pertenecía al alcalde de la comarca en 1947,  el señor Andrés Morán Cisneros, la misma estaba ubicada frente a la actual funeraria de la vigía y entre sus tantos nombres fue conocida como la CMJW, la doble U y luego Radio Triunfo.

Unos años después se presenta ante un tribunal de la Universidad de la Habana, que venía a evaluar a los locutores en las provincias y al pasar el examen le entregan su diploma.

Pero otros medios alternativos estaban de moda en aquellos años, de tal modo Gróver anunciaba en un carro con altoparlante propaganda de las diferentes compañías, asistía a banquetes de la elite del alcalde y ejercía como maestro de ceremonias, mientras  mantenía sus trabajos en la pequeña emisora.

Echó a andar

Aquí echó a andar su prolifera carrera, que le permitió desempeñarse en casi todos los medios, comencemos por la televisión y ese Canal -11 pionero del desarrollo en el territorio, ya que al decir de nuestro protagonista, su llegada fue como la WIFI hoy en nuestros lugares públicos.

Todo un acontecimiento, donde los comerciantes ponían un televisor en la acera y todo el que pasaba se detenía a mirar, pero fue desmantelado muy pronto, por lo que continuó trabajando  solo en la radio.

Radio Cadena Suarito, lo acoge en la Avenida Finlay, con toda la música de la época que se grababa en la capital y se difundía en varias ciudades de la isla, devenida después en Radio Camagüey, pero surge al poco tiempo Cadena Agramonte, a la que dedicó sus mayores años de profesión hasta jubilarse.

Asegura que no fue definitiva porque siempre se mantuvo colaborando con algunos espacios, tal es el caso del dedicado a la música mexicana cada domingo, Ecos de México, que se conserva actualmente en la lista de programación de la Cadena agramontina.

Una anécdota curiosa

En medio de nuestra conversación le cuento que soy la directora de un programa en Radio Camagüey, dedicado a la música mexicana y me responde al vuelo…

si ese es Mosaico Azteca, muy bueno pero solo dura media hora, me propusieron hacer la locución cuando lo crearon, pero vivo muy lejos, allí se escucha la música de Lucha Villa, sabes yo la conocí.”

Y  pensando en cuanto les agradaría a los oyentes de mi programa este detalle, le pido que me  cuente:

Dice que 1968 la cantante mexicana visitó Camagüey para ofrecer un concierto en la Plaza de los Trabajadores, pero la lluvia incesante hizo que se trasladara al Teatro Principal, donde el público desbordó el lunetario, ella entró a la emisora para anunciar el cambio de escenario y así se encontraron.

También participó en muchos eventos interesantes en su Camagüey, como fueron  la visita de personalidades de la política y la música, grabaciones de filmes, transmisiones desde los diferentes centrales azucareros para apoyar la zafra y la presentación de espectáculos nocturnos en teatros y espacios de la cultura citadina.

No son pocos los  lauros recibidos durante su intensa carrera de locutor. Allí encontré distinciones como el micrófono de la radio, medallas conmemorativas de la ciudad y del 25 aniversario de la radio, El premio Imagen, el de artista de Mérito del ICRT, los de participante en festivales de radio y televisión y muchos más.

La despedida

Casi al marcharme le pedí me despida como lo hacía en su programa de radio, como tenemos en común el gusto por la música del hermano pueblo mexicano, sentía curiosidad.

Toma el micrófono y con aquella pose elegante que los radialistas no abandonan, proyecta el agudo timbre que conserva intacto: “Ecos de México, un programa hecho para disfrutar de la música de nuestros hermanos mejicanos, disfrutaremos de…Lucha Villa”

Y con los mariachis de fondo, me dice adiós y me voy complacida por tan espacial encuentro.

Apuntes

Sirva esta evocación al maestro de Locutores, para recordar otras voces inolvidables en Camagüey, como las de Francisco Rivero, José Luis Cadena y muchos otros, que ya partieron pero dejaran su impronta en el éter, asegurándonos  que la Radio Cubana seguirá viva por otros 100 años.

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