El Centro Histórico, principal testigo de la riqueza patrimonial de la ciudad de Camagüey, fue declarado Monumento Nacional el 10 de noviembre de 1980; tiene una extensión aproximada de más de 300 hectáreas y es considerado el más grande de Cuba. Para preservar y enaltecer los muchos valores en él atesorados, es objeto de un constante trabajo profesional, que exhibe en la actualidad alentadores resultados.
En el Centro Histórico, mayormente residencial, habita una población de aproximadamente 58 200 personas, con un coeficiente de hacinamiento de 3,9 y una densidad de 194,29 habitantes por hectáreas. Para reivindicar sus indiscutibles condiciones de excepcionalidad, fue presentado a la Unesco un expediente con la propuesta de incluir, a un área representativa del mismo en la Lista del Patrimonio Mundial; propuesta que fuera aprobada el 7 de julio de 2008, en la 32 reunión del Comité del Patrimonio Mundial.
La zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad posee una extensión superficial de 54 hectáreas, 80 manzanas y 83 edificios de valor. Esta comprende el núcleo más antiguo de la ciudad y del Centro Histórico, así como los cinco espacios que marcaron su origen: Parque Agramonte, Plaza del Carmen, Plaza de San Juan de Dios, Plaza de los Trabajadores y el Parque Martí.
En la misma se encuentra la síntesis y sedimento de las diversas expresiones culturales y de las diferentes etapas de su evolución.
Transitar por esta zona permite apreciar mágicos ambientes urbanos intrínsecamente ligados a la historia y la cultura, donde la arquitectura y el urbanismo son consecuencia de la impronta humana en cada período.
El complejo sistema de plazas y plazuelas –donde la vinculación templo, feligresía, plaza y trama, propios de la ciudad cristiana hispánica armonizan magníficamente-se complementa con edificios civiles y domésticos conjugados en un todo unitario, pero heterogéneo, y con un rico patrimonio intangible lleno de leyendas, tradiciones, costumbres vivas y un notable desarrollo cultural.
El Centro Histórico de la Ciudad de Camagüey constituye un ejemplo relevante dentro del conjunto de ciudades coloniales. Su bien conservado repertorio religioso, el atípico trazado urbano irregular que mantiene vigencia en el presente, su alto valor ambiental y contextual; así como la sabia conjugación de pasado y modernidad, determinaron su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial.
