Clavellinas: La leyenda

Fotos: Fredy Sifonte Carmentes
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Una flor, un poblado y una leyenda abrazan un nombre: Clavellinas. Historia y patriotismo también envuelven a este asentamiento ubicado a unos 17 km de la ciudad, entrando por la carretera de Nuevitas, en el km 13 a la derecha.

Recorrer el escabroso camino vale la pena para llegar a ese apacible lugar, lleno de bellezas naturales, río fresco y personas sencillas y atentas, que viven orgullosas de su historia.

Fui directo hasta el sitial de honor donde se perpetuó el nombre de los 76 camagüeyanos, que desde las riberas del rio Saramaguacán, se alzaron en armas, por la independencia de cuba el 4 de noviembre de 1968. Allí figuran apellidos tan conocidos como Agramonte, Cisneros, Betancourt, Loynaz,  del Castillo, Varona, Recio, Xiques, entre otros.

Luego me dirijí hasta lo más cercano al obelisco que es la Base de Campismo Las Clavellinas y para mi sorpresa, allí se labora con orgullo de la historia local y se vincula en todo momento con la recreación.

La Leyenda

La población más antigua de la zona disfruta al reverenciar un arbusto parecido al Framboyán, pero mucho más pequeño, ese es el árbol de la Clavellina.

Según la leyenda corresponde al nombre de una princesa aborigen, la hija del Cacique del río, quien se enamoró de un cazador que no tenía rango dentro del territorio y al no ser aceptada su relación, deciden fugarse. El Cacique los persigue y tira una lanza para el amante, pero atravesó el corazón de la muchacha.

Donde cayó el cuerpo brotó esa hermosa planta, que florece durante el verano, sobre todo en las inmediaciones de la ribera y da nombre a la zona, luego al poblado y finalmente a la instalación recreativa.

La acción histórica conocida como “alzamiento de las Clavellinas” es motivo de orgullo para esta tierra de guerreros y valientes.

Eso nos cuenta Carlos Socarás Adam, un joven que funge como subdirector del campismo, pero también organiza excursiones y ofrece la bienvenida a los clientes de una manera muy creativa, porque en su espíritu de profesor, disfruta trayendo conocimientos a cada visitante. Resultó ser    mi guía en este hermoso viaje.

Cómo atraen leyenda e historia

Cuando el campista llega a la instalación se les lleva al sitio histórico, que queda justo frente a la puerta principal, allí se ofrece la explicación de lo que representa para los camagüeyanos la salida a buscar la independencia  desde el sitio, por 76 camagüeyanos de apellidos distinguidos en su mayoría y dispuestos a dejarlo todo atrás por conseguir la soberanía de España.

Carlos se apasiona al comentar su labor y me ofrece sentarnos a la sombra y con la brisa agradable del campo, continuar nuestra charla.

Dice que en su tiempo de profesor de secundaria, disfrutaba mucho vinculando la informática a la Historia de Cuba, ahora aprovecha la llegada del visitante para repasarla.

Por eso del sitio histórico los entra hasta el ranchón de baile y allí les habla del nombre de Clavellina, de su leyenda y los invita a bañarse en la famosa Fuente Bella, que rodeada del árbol emblemático, es de notable transparencia y según dicen los vecinos de la otrora finca donde hoy está el balneario, quien entra en sus aguas rejuvenece cinco años.

Otros matices

El colectivo de la Base de Campismo Las Clavellinas, los integran en su mayoría residentes del poblado, son personas muy atentas y con orgullo nos muestran su labor, pero no deja de sorprenderme su amor por el bravo Camagüey.

Desde su pequeña radio base, se transmiten mensajes relacionados con otros patriotas de las gestas independentista, a los valores patrimoniales de la ciudad, al propio alzamiento de las Clavellinas y ofrece una invitación a disfrutar de la naturaleza cuidando del entorno.

Por su sentido de pertenencia, cualquiera de los trabajadores te habla del alzamiento, de la leyenda del agua o de la princesa Clavellina, por eso entre pobladores, servicios comunales y obreros de la propia instalación, se turnan durante el año, para mantener siempre limpio y chapeado el sitial.

Se acerca del 4 de noviembre y se conmemora el aniversario 151 del inicio de las guerras por la independencia.  Ya comienzan a retocar sus detalles, para rememorar el alzamiento, entre los vecinos.

De este modo los mambises regresan desde la inmortalidad a su reunión cerca del río y la flor de la Clavellina los honra con su belleza.

Mis impresiones

Aunque había visitado el campismo hace muchos años, no recordaba el obelisco que es sencillo pero muy hermoso, tampoco pude antes reparar en la comunidad, que cuenta entre las primeras creada por la revolución y como gesto de honor a los patriotas del 68, fue erigida allí por la insistencia de sus vecinos y no cerca de la carretera; como propuso un proyecto antes de construirla.

Del pueblo y algunos de sus héroes, hablaremos en otra crónica, porque se hace tarde para regresar al centro histórico, del que hoy nos alejamos 17 km sobre una moto, lo más parecida a un carruaje tirado por caballos. ¡Prometo regresar y contarles más, hasta pronto!

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