La alfabetización es el trayecto de la esclavitud hacia la libertad. Es un derecho invaluable para el desarrollo sostenible y una de las claves fundamentales para la inclusión y la justicia social.
Camagüey está en deuda con la historia de la educación popular en perspectivas múltiples. En este sentido, podemos apuntar como precedente las teorías de Paulo Freire, quien apuntó como propósito transformar al sujeto a partir de un proceso de educación contextual donde el oprimido tenga las condiciones para descubrirse y conquistarse reflexivamente, como sujeto histórico.
Prácticas educativas inclusivas
Uno de los pilares de la educación inclusiva es poner el foco en los alumnos o grupos marginados o vulnerables, para que desarrollen su potencial. Es digno señalar iniciativas particulares que desde la etapa republicana fomentaron la instrucción de primera y segunda enseñanza, tales como las academias de Tomás Vélez, Graciliano Garay, Hermanas Carnesoltas, Varona Guzmán, Fermín Abad, entre otras.
En ese perfil, también se desarrollaron prácticas educativas de gran alcance en asociaciones de instrucción y recreo como en la Sociedad Victoria, Santa Cecilia, Maceo.
Desde otras aristas, asimismo se destacaron colegios de iniciativa privada cuyo enfoque se dirigió al amparo de la niñez para niños y niñas pobres y huérfanos: la Escuela Saleciana de Artes y Oficios, Dolores Betancourt; el Teresiano para niños pobres de Saratoga; el Episcopal de San Pablo; el colegio Pinson metodista, que como las Hermanas Oblatas de la Providencia, formaron parte de la ruta educativa diversa del Camagüey a favor de la instrucción.
Escuela “Don Cayetano” de las Hermanas Oblatas de la Providencia
En la calle Lugareño no. 39, entre Cristo y Rosa la Bayamesa, se establecieron unas monjas católicas de especial presencia, todas de piel negra. Ellas tenían como misión instruir al sector más vulnerable de la sociedad: niñas pobres negras, aunque no excluían a ningún educando ni por sexo, color de piel o procedencia social.
Como consecuencia, el respeto social ganado fue considerable. Las hijas de las principales familias de negros y mestizos formaron parte del plantel educativo de las Oblatas.
Ellas se establecieron en Cuba, en La Habana, en el año 1900; y en Camagüey, en 1925. La Madre superiora Sor María Josefita Larrea Melgares envió al Gobierno provincial el acta de constitución y el reglamento de la institución.
Entre las asignaturas se destacaban Historia de Cuba, Escritura, Lenguaje, Inglés, Geografía de Cuba, Geografía Universal, Aritmética, Lectura, Religión, Historia Sagrada, Fisiología, Bordado a mano y con máquina, Música -todas las niñas y los niños tenían que tocar un instrumento y todos pertenecían a la Banda Musical de la escuela.
La educación es una puerta abierta al desarrollo exponencial del crecimiento multilateral y sustentable de personas, familias, pueblos y países. Constituye la plataforma real de la libertad, de la dignidad, de la vida. Además, es contén de abusos, masacres, intolerancias, sumisiones, engaños. Ayuda a pautar desde el conocimiento los mismos Derechos Humanos.