Desescalada, primera fase de la primera etapa de recuperación post covid-19, términos que por estos días son muy frecuentes, tanto en los medios de comunicación como en la propia población.
Pero realmente, ¿somos conscientes de lo que esto implica, de la responsabilidad que poseemos las personas sobre todo ahora en este período? Resulta un tema poco cuestionable si tomamos en cuenta que, como decía mi abuela’’…cada uno mira la feria desde donde viene…’’.
Y digo esto porque desafortunadamente, una gran mayoría, ha tomado un poco festinado este momento; en que para nada debemos descuidar las medidas que tan celosamente y con tanto acierto se han venido asumiendo por las autoridades sanitarias y gubernamentales del país, hace ya más de tres meses.
Al salir a la calle nos percatamos de indisciplinas tales como el poco distanciamiento social en colas y lugares públicos, en ocasiones alguno que otro sin nasobuco; a quienes las autoridades del orden público les tienen que llamar la atención. El poco caso a los baños podálicos a la entrada de establecimientos de cualquier tipo, y muchas otras, que tanto usted como yo habremos visto y repudiado más de una vez.
Escuchaba en el Noticiero Nacional de la Televisión cubana una noticia alarmante, comentaban que se aceleran en el mundo los contagios y que la cepa del virus es actualmente más infecciosa y resistente.
Entonces amigos, compañeros, quienes me lean, ¿creen debemos descuidar nuestros procederes, obrar a nuestra cuenta y riesgo como si el mundo estuviera pasando por una oleada de placeres indescriptibles y viviendo en una panacea?
Desafortunadamente no, todo lo contrario. Para esos que piensan que son intocables, que a ellos no los alcanzará este virus, les propongo lo valoren mejor y sobre todo sean mucho más objetivos, pues nadie sabe dónde lo pueden adquirir, de quién lo pueden tomar. No confiemos en la suerte ni pensemos que a mí no me va a tocar, no, recordemos que como también decía mi abuela’’…en la confianza está el peligro…’’. Cuidémonos quedándonos en casa, no como slogan, sino por convicción, nuestras familias y nosotros mismos, lo necesitamos y merecemos.