¡El verano ya llegó! Así, en un abrir y cerrar de ojos, llegaron las vacaciones. No sé ustedes, pero yo tengo la sensación de que el tiempo ha pasado muy rápido. Parece como si el otro día hubiésemos despedido el 2022, y mire usted, ya estamos viviendo el séptimo mes de 2023.

Inevitablemente, me asaltan los recuerdos, esos que con frecuencia me visitan; pues mantengo ese gran sentido de pertenencia por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), institución que me acogió un día del año 1999 —y aunque, como muchos conocen, soy jubilada, aún me mantengo colaborando y lo haré hasta que mis fuerzas lo permitan.

En la Oficina solíamos confeccionar un programa cultural específico para el verano, y que resultaba muy variado porque teníamos en cuenta los diferentes públicos y sus edades. Cada institución preparaba un plan con esas características, teniendo en cuenta también la misión de cada una.

Luego consolidábamos todas las propuestas y surgía el esperado “Programa Cultural del verano”, en el cual los recorridos eran una oferta muy codiciada por la población. Además de aprovechar el tiempo libre, las personas aprendían y conocían mucho más de lugares de los que tal vez no habían notado su existencia, aun pasando por ellos cotidianamente.

Talleres, concursos y otras acciones que potenciaran el aspecto educativo, los valores, fueron prioridad en aquel momento; y aún continúan siéndolo, porque estos recuerdos que hoy evoco son reflejo de las aspiraciones que mantienen la OHCC y sus trabajadores para la etapa estival.

No podemos olvidar que esta institución tiene como misión la de preservar la memoria no solo material, sino espiritual, de nuestra Villa y su patrimonio —y nada mejor que incentivar en sus pobladores valores educativos que contribuyan a la preservación de la cultura nacional y dentro de ella, sus tradiciones, costumbres y hábitos.