Hace algunos años, cuando apenas se comenzaba a hablar sobre el Autismo, tuve un acercamiento con la Escuela Especial Héroes del Moncada, que daba sus primeros pasos en la enseñanza de los niños con esa condición especial.

A la vuelta de casi 10 años de labor, quiero comentarles sobre la inmensa obra de amor que llevan adelante educadores y familiares en la institución escolar; centro que he visto crecer con el tiempo, para bien de sus pequeños.

Aquella visita

Fue en 2018, pero tengo un recuerdo muy nítido, pues esas impresiones las atesoro con mucho cariño.

Era  un día de clases como otro cualquiera. En el aula de los más avanzados, que se preparaban para reinsertarse en una escuela primaria, la maestra Carmen Guzmán nos invitó a participar en la actividad de literatura, donde los cuentos tomaron colores y fueron,  versionados por  Dorian, Ernesto y Lían.

Para mi resultó emocionante que aquellos niños me dieran la bienvenida y mostraran sus mejores dibujos y moldes con plastilina. Los Tres Cerditos y la Margarita Blanca eran los personajes preferidos.

Una de las afectaciones más comunes en niños con trastornos del espectro autista, es la ausencia del lenguaje o escasa comunicación.  Ernesto, junto a su maestra y a la psicopedagoga, ya disfrutaba de una conversación bastante fluida, dibujaba historietas y señalaba en el mural de la entrada los lugares que más frecuentaban: la Maqueta del Centro Histórico y la Plaza de los Trabajadores, eran sus mejores recuerdos.

Me sorprendió que  tomara mi mano para mostrarme las fotos de las visitas en aquel gran Mural de la entrada, y mayor fue mi emoción al preguntar mi nombre a su maestra, me quedé muda y con los ojos anegados en lágrimas. Luego del recorrido Ernesto se quedó mirándome y bien bajito prometió hacerme un dibujo bien lindo.

Carmen nos mostró con orgullo los avances de sus niños, a los que ha dedicado una alta dosis de cariño y paciencia, dijo que ellos son el mayor regalo de esta su profesión, desde hace más de 40 años.

Así, mientras los niños de la escuela especial Héroes del Moncada, avanzan en la educación y socializan entre ellos y con el claustro, vimos a la maestra de deportes con Brian y Alejandro en la pileta de arena, haciendo figuras.

Fernandito disfrutaba de la música en una gran ronda que hacen a la entrada y Lían, que esa vez no quiso hablarnos, moldeaba un lindo laberinto.

Al Regreso

Hace unos meses pasé por la escuela una vez más y fue muy grato ver como mejoraron sus condiciones, con el apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad y un proyecto de colaboración internacional con la Embajada de Japón. Muchos de estos niños ya terminaron la enseñanza y otros están bien crecidos y encaminados.

Pienso que el apoyo de la Oficina a la Escuela es una de sus mejores obras. Vale la pena entonces recordar las palabras de Lizet, la mamá de Fernando, siempre agradecida, quien resume este lustro así:

“Es con el corazón y con todos los afectos, la razón con la que labora cada día el personal junto a los padres, en la escuela para niños Autistas, Héroes del Moncada, somos una gran familia, gracias por tanto.”