Dos grandes méritos hacen imperecedero al músico, compositor, y notable flautista, que nació en la ciudad de Camagüey en la calle Pobre, el 24 de mayo de 1882.
A él se le reconoce, entre sus grandes obras en favor de la cultura: ser el creador de la criolla como género musical genuinamente cubano, e iniciador de las transmisiones radiales en nuestro país. Hablamos de Luis Casas Romero.
Pero si algo lo mantiene ligado por siempre a esta tierra es la radio, la alta audiencia que aun se reporta, en tiempos en que internet y otros soportes digitales acaparan la atención de muchos, es sin dudas una reverencia de los camagüeyanos al precursor de la magia radial.
En el éter
Con la creación de la radio en Cuba aquel el 22 de agosto de 1922 por el músico y patriota camagüeyano junto a su hijo, Luis Casas Rodríguez, la primera señal al aire desde la capital la 2 LC, también se difundiría su música y la de otros notables cubanos.
La emisora Radio Cadena Agramonte, con el triunfo de la Revolución y la creación en 1962 del Instituto Cubano de Radiodifusión, se convirtió en planta matriz de la provincia de Camagüey; se reorganizó su funcionamiento y se crearon perfiles adecuados en la programación, que mantuvo el mensaje recreativo, pero con nuevas formas educativas, de orientación e información al pueblo.
Desde el 9 de junio de 1957, el pueblo camagüeyano cuenta con una emisora, que ha calado en el corazón de sus oyentes y que, como la creada por Luis Casa Romero, además de informar busca difundir los valores musicales del patio.
Otras creaciones: la Banda de Música Infantil
Su pasión por la música no lo apartó de sus ideales independentistas; con apenas 15 años se incorporó a las filas del Ejército Libertador bajo el mando del general López Recio. En la manigua, fue nombrado corneta de orden. Allí recibió una herida en la pierna que le dejó secuelas para siempre.
Al terminar la contienda, en su Camagüey natal, el joven Casas Romero fundó la Banda de Música Infantil y con ella comenzó a dar retretas en los parques.
Su partida
De su legado cercano a las 500 partituras, algunas desaparecieron en el tiempo, sobreviven sus inolvidables melodías el Mambí y Si llego a besarte. Al conmemorar 71 años de su partida física este 30 de octubre, desde la radio hoy se funden en un abrazo su alma mambisa y la inspiración musical.
