En busca de alguien cercano a este camagüeyano tan poco conocido, para contar una mejor historia encontré como se repite en el saber popular que fue un revolucionario de las tres sierras cubanas, algunos dicen que era chofer del transporte local y solo los vecinos cercanos a las tarjas que lo recuerdan, una en Avenida de los Mártires y la otra en la entrada de la calle San Clemente, pueden decir algo sobre el valor de este joven: Manuel Zabalo Rodríguez.
Para hacer justicia a su memoria y traer a la actualidad toda su entrega a la causa de la Revolución cubana; les comparto algunos apuntes que no deben ser olvidados.
Su camino dentro de la Revolución
Se incorpora al movimiento sindical y combate a la dirigencia vende patria de los gobiernos de Grau San Martín y Carlos Prío Socarras.
Al producirse el 10 de marzo de 1952, el Golpe de Estado, es uno de los primeros que se opone al cuartelazo. Se incorpora a los primeros grupos insurreccionales que se organizaron en Camagüey.
Luego marcharía a la Sierra Maestra, donde obtuvo los grados de Capitán y más tarde apoyaría a los rebeldes en el Escambray y en la Sierra de los Órganos, en Pinar del Río, allá se planificaba para abrir un nuevo frente guerrillero.
Triste final
Es en ese intento, en la zona occidental cuando es capturado por el enemigo. En la Sierra de Guajaibón, fue apresado por los esbirros de la dictadura, quienes lo torturaron sin piedad hasta quitarle la vida el 28 de diciembre de 1958.
La mayor prueba de su determinación y confianza en el proceso que ya estaba tan cerca de la victoria, fue minutos antes de ser asesinado, pues en esos momentos de dolor dijo a sus verdugos: “Cobardes terminen de una vez para que vean como mueren los hombres del 26 de Julio”.
La memoria
Un busto en el parque que lleva su nombre, lo inmortaliza con la imagen que los recuerda el gremio de los guagüeros. El uniforme y la gorra, dejan ver al obrero sencillo que partió a las tres sierras cubanas para conquistar la justicia y la libertad. Unas horas después de su muerte llegaría el nuevo amanecer para los cubanos, con el triunfo por el que luchó, así su caída no fue en vano.