Si fuéramos a valorar las virtudes y logros que en más de medio siglo ha concretado esta cubana, la lista sería interminable. Es que ella con sus 62 años de existencia ha creado una familia de aproximadamente 11 millones de cubanos que la respetan y viven orgullosos de su ejemplo.
Nuestra admirable cubana fue guerrillera e hizo gala de su uniforme verde olivo en la Sierra Maestra. Y aunque todavía no había nacido, para ese entonces su embrión se gestaba en los sentimientos de cada hombre justo, deseoso de libertad.
Hoy su larga cabellera peina canas y recuerda los momentos en que portó con elegancia el sombrero de Camilo y la boina del Che. Mientras en su memoria se posa el recuerdo de aquella luz que el primero de enero de 1959, se preparó definitivamente para recibirla con los brazos abiertos y decirle: ¡Bienvenida a la vida Revolución Cubana!
La justeza de sus ideales brinda al pueblo, desde ese día en que el sol alumbró para todos con el mismo resplandor, una educación y salud portadoras de los más altos principios y probada calidad; porque esa es la esencia de su persona que los hombres tengan los mismos derechos sin importar raza o sexo, porque la Revolución cubana es de los humildes y para los humildes.
Ella junto a las nuevas ideas de generaciones que la acompañan, continúa proyectándose en la preservación del patrimonio de las ciudades, en la actualización de un modelo económico justo para hombres y mujeres, que nunca renunciarán a los valores de altruismo, igualdad, solidaridad y heroísmo; pilares de la esencia única que portas.
Multiplicarás amor Revolución Cubana, seguirás triunfando en cada obra de bien que edifiques, tu existencia longeva seguirá proyectando la continuidad.