El Día de Europa

Foto: Twitter @sepiegob
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Por: Lic. Jaquelyn Elena Martínez Egidio

Cuando en una agenda o calendario, junto a la fecha 9 de mayo aparece la mención al Día de Europa, la mayoría de las personas se preguntan: ¿Qué sucedió ese día y de qué año?

Tan solo algunas personas, principalmente europeos, saben que el 9 de mayo de 1950 nacía la Europa comunitaria, en un momento, en el que la amenaza de una tercera guerra mundial se cernía sobre ella. Pese a ser el único día de celebración oficial en la Unión Europea, es un día laborable y las celebraciones organizadas por los estados miembros no suelen estar al nivel de las que se realizan con motivo de las fiestas nacionales de cada estado.

La fecha, conmemora la histórica Declaración de Schuman, en homenaje al por entonces ministro francés de exteriores, quien con un discurso pronunciado en París aquel 9 de mayo de 1950, proporcionó los primeros avances para una integración de los estados europeos, propuesta que se considera el comienzo de lo que es hoy la Unión Europea.

Robert Schuman expuso la idea de una nueva forma de cooperación política que hiciera impensable un nuevo conflicto bélico entre las naciones europeas. En la declaración se afirma que una Europa unida puede contribuir a la paz mundial a través de realizaciones concretas; en ella se propuso que el carbón y el acero de Alemania, Francia y los demás países que se adhirieran, se sometieran a una administración conjunta. Justo un año después se firmó el Tratado por el que se creaba una institución con ese propósito. La Comisión Europea reconoce esta declaración como el nacimiento de la Unión Europea.

Fue en la Cumbre de Milán de 1985, donde el Consejo Europeo como homenaje a aquel discurso, decidió declarar el 9 de mayo como Día de Europa sin que se considerara festivo, acontecimiento que desde ese momento y sin mucha publicidad cada año se celebra.

No fue hasta el 29 de enero de 2019 que se presentó públicamente a la Eurocámara en Bruselas, por varias organizaciones y personalidades coordinadas por la asociación Europeístas, una iniciativa con el fin de hacer festivo el 9 de mayo en toda la Unión Europea. El lema que acompañó la propuesta fue: ¡Un himno, una bandera y una conmemoración!. Los símbolos unen, el silencio separa.

El 12 de febrero de 2019, en sesión plenaria del Parlamento Europeo se votó la propuesta sobre Ciudadanía Europea, presentada por la eurodiputada española Maite Pagazaurtundúa, la cual fue respaldada por amplia mayoría y finalmente aprobada por 459 votos a favor, 170 en contra y 49 abstenciones. El manifiesto aprobado incluye declarar el 9 de mayo, Día de Europa, como festivo en toda la Unión Europea. Los firmantes buscan que esta efeméride no se limite a ser un día festivo pero laborable, sino que quede como una fiesta europea.

El informe defendido por Pagazaurtundúa ante el Parlamento Europeo plantea una hoja de ruta para la creación del Estatuto de Ciudadanía de la UE. Ese estatuto supone compilar en un solo texto los derechos específicos de los ciudadanos y las libertades fundamentales que se consagran en las distintas normas de la Unión y en la jurisprudencia. Con ello pretenden el “fin a la discriminación de los ciudadanos comunitarios por su nacionalidad” y una “ampliación de los derechos más allá de la libre circulación, para impulsar un compromiso político”. En una nota de prensa, aclaran que en un “contexto de desafíos”, el Parlamento defiende “exprimir al máximo el potencial de la ciudadanía europea”.

Además de convertir el Día de Europa en festivo en todos los estados miembros, el documento propone también desarrollar en los sistemas educativos de los países miembros de la Unión Europea, contenidos que promuevan la dimensión europea y que permitan conocer el espacio común, con la pretensión de introducir los asuntos europeos en el currículo escolar.

En este sentido, también se apuesta por potenciar y dedicar más fondos a programas como Erasmus +, el Programa de Igualdad y Ciudadanía y el Programa Europa para los Ciudadanos o programas voluntarios europeos, como el Servicio Voluntario Europeo y el Cuerpo Europeo de Solidaridad. A juicio de los que los presentan, esos programas potencian las posibilidades de movilidad así como el desarrollo educativo y personal de los jóvenes europeos.

Un día en el año

Por ello, como cualquier proyecto político y social, la Unión Europea necesita símbolos cotidianos y comunes a toda la ciudadanía europea. Requiere la construcción de un imaginario colectivo popular que se proyecte en una temporalidad y referencias compartidos. En este marco, se necesita una vez al año hacer un alto en el afán productivo para recordar a todas las personas que lucharon para construir la paz en ese continente; para celebrar los principios y lazos de solidaridad y fraternidad que unen a sus ciudadanos; para tener conciencia de que el futuro, aún más en un mundo globalizado, complejo y sin fronteras, se construye juntos.

La idea es que esta conmemoración en ningún caso va a sustituir los días festivos nacionales. Al igual que la bandera y el himno europeos se suman a las banderas e himnos existentes, es hacer que ese día feriado sea totalmente complementario a la agenda festiva ya establecida. Mientras los festivos nacionales son la expresión de cada pueblo europeo y de sus diferentes culturas, identidades e historias, el Día de Europa es la expresión del pueblo europeo, de su cultura, identidad y civilización común. Es la expresión de interdependencias y de futuro compartido europeo. Es la expresión del sentido común europeo: unidad en la diversidad.

Una visión desde Europa

Transformar el 9 de mayo en día festivo en todos los estados miembros no soluciona el cúmulo de problemas existentes, ni sustituye en absoluto la necesidad de una reforma profunda de instituciones nacionales y europeas y de sus políticas sociales, económicas y ecológicas. Pero la memoria y celebración comunes a toda la ciudadanía europea contribuyen a cohesionar un proyecto compartido y apostar por setenta años más de paz.

Sin duda, la joven Unión Europea no es perfecta, al igual que no lo es ninguna de sus naciones o estados miembros, por mucho que lleven siglos de construcción social, política y bélica a sus espaldas; pero porta en su esencia tanto la memoria de un tumultuoso pasado como la aspiración a la concordia entre pueblos europeos. Reforzar el proyecto europeo, es la mejor herramienta para defender la paz, la solidaridad y las conquistas sociales de la postguerra.

En el Día de Europa, las representaciones de la Comisión Europea, las oficinas de enlace del Parlamento Europeo y las representaciones de la UE en Europa y el resto del mundo, en asociación con las autoridades locales y nacionales, organizan una variedad de actividades y eventos para todas las edades en conmemoración a la fecha, y cada año son miles los asistentes a las visitas, debates, conciertos, exposiciones, concursos y otros actos que celebran el Día y dan a conocer la Unión Europea. Anima el entorno lo mejor y más significativo de la música europea. También en la noche de ese día, emblemáticos edificios públicos en muchas ciudades de Europa se iluminan de azul.

Cada año el sitio web dedicado a este día (europeday.europa.eu) recopila más de 140 eventos a celebrarse en toda la Unión, pero como ocurrió en el 2020 y para este 2021 en el contexto de la crisis de la COVID-19, estas celebraciones, dadas las medidas de distanciamiento físico dictadas por las autoridades sanitarias de los diferentes Estados, se realizarán de forma online, teniendo como fin celebrar la solidaridad, los valores de la Unión Europea y el espíritu europeo.

Como reza la web de la UE:

El Día de Europa celebra cada 9 de mayo la paz y la unidad del continente”.

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