Desde 1999 la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey comenzó a trabajar en un proyecto denominado Ruta de Agramonte, el cual tenía que ver con los principales espacios relacionados con El Mayor en el territorio: su Casa Natal, la quinta Simoni, el parque Agramonte, la Plaza de la Revolución y el Potrero de Jimaguayú, sitio donde cayó en combate.
En este contexto, pocos años más tarde, se lanzó un Concurso Nacional promovido por la Oficina del Historiador en coordinación con el Consejo Asesor, Codema, para el desarrollo de la Escultura Monumentaria, que tenía como objetivo la concreción de una propuesta de alto valor estético, histórico y paisajístico en Jimaguayú. Pues hasta ese entonces el sitio, que había sido declarado Monumento Nacional desde 1978, solo contaba con un obelisco que rememoraba el hecho; obelisco colocado en el lugar a instancias de los veteranos de la guerra de independencia en 1912.
El jurado del concurso estuvo presidido por el propio director de la Oficina del Historiador, José Rodríguez Barreras e integrado por importantes profesionales del territorio, como la reconocida investigadora y Premio Nacional de Historia, Elda Centro Gómez.
El proyecto ganador fue el encabezado por el arquitecto Octavio González Morgado. La ejecución de la obra no sólo fue de gran beneficio para el sitio histórico, sino que repercutió en la comunidad circundante.
Como parte de la intervención se reconstruyó el vial de acceso al sitio mediante penetración invertida y se construyeron 4 obras de fábrica. Con la intervención y el conjunto escultórico en cuestión, se respetó la fisionomía del lugar, lo que constituía la principal base del concurso.
Las labores corrieron a cargo de Empresas del Ministerio de la Construcción y la Empresa Provincial de Restauración y conservación de Monumentos de la Oficina de Historiador.
Tiempo después se convocó a una consulta nacional de expertos con el fin de esclarecer los sucesos entorno a la muerte de Agramonte, debido a la gran diversidad de hipótesis que se manejan y el desconocimiento científico sobre el hecho; en la consulta participaron prestigiosas personalidades del país.
Como resultado de la misma se publicó el libro “Ignacio Agramonte y el combate de Jimaguayú”, texto que verá el lanzamiento de su tercera edición en este 2021. De forma más reciente, y teniendo como referente la investigación realizada, se confeccionó la maqueta que recrea el combate y un audiovisual que relata los hechos, los mismos se pueden apreciar en una edificación construida con el fin de ofrecer a los visitantes la información necesaria para comprender lo ocurrido aquel 11 de mayo de 1873; día en que la historia de Cuba perdió a unos de sus mejores hijos, para ganar la leyenda de un héroe que pervive en el corazón de su pueblo.
