De niño soñamos con ser artistas, hacemos pasos de ballet y cantamos a viva voz bajo la ducha; pero muchos quedan en el camino de la inocencia donde se imagina tocar hasta las nubes.
Para los que se mantienen firmes en su empeño existen instituciones de educación artística para acoger desde bien pequeños, sus dotes y vocación.
En Camagüey la escuela Vocacional de Arte Luis Casas Romero, brinda preparación técnica y práctica en la enseñanza de instrumentos musicales; persiguiendo la misión de formar un
egresado de nivel elemental con altos valores éticos, estéticos y humanísticos, así como con elevados conocimientos culturales y artísticos en su formación general, de música, ballet y danza moderna.
En esta institución se realizan festivales y concursos a nivel de centro, provinciales, nacionales e internacionales, que auspicia el Departamento de Enseñanza Artística o el Centro Nacional de Escuelas de Arte, con el propósito de incentivar el esfuerzo y calidad de los estudiantes.
De la Amorosa Guajira a la vocación
Camagüey enaltece la enseñanza artística y el futuro de las manifestaciones que en la EVA se educan, con el nombre de un patriota, músico y compositor inolvidable para nuestras tierras: Luis Casas Romero.
La Amorosa Guajira, junto a temas emblemáticos de su repertorio resultan inspiración para las generaciones que por ese centro transitan.
Arlequines que engalanan
La Oficina del Historiador y su Conjunto Artístico Arlequín, proyecto sociocultural que acerca el arte a la comunidad y se nutre de ella; ha inscrito páginas de amor donde los niños protagonistas de cada manifestación; demuestran disciplina, entrega y calidad.
El proyecto no se compromete en ser cantera de las escuelas de la Enseñanza Artística, pero ha aportado durante años muchos talentos a esta enseñanza. Además, se place al contar con ex arlequines que hoy son parte de prestigiosas instituciones y agrupación del arte en el país.
A todos los profesores que cultivan la semillita de sueño del primer paso de ballet o la voz espontánea debajo de la ducha; muchas felicidades y las gracias sinceras por abonar con cariño el arte que cautiva la alegría.