Próximo a conmemorar el aniversario 91 del natalicio de aquel niño devenido en paradigma, podemos afirmar que su ejemplo sigue siendo fuente de inspiración para todo joven revolucionario.
Nacido en la ciudad de Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928, Ernesto Guevara de la Serna pasó su infancia y juventud en Alta Gracia y Córdova, producto del asma, enfermedad que lo acompañó hasta su último aliento.
En 1947 la familia se muda a Buenos Aires. Es de destacar que la familia Guevara de la Serna poseía una buena posición económica para la época, aunque producto del asma el joven Ernesto conoció las primeras letras de mano de su madre Celia. Con nueve años en 1937 asiste por primera vez a la escuela a cursar el tercer grado, en este propio año y hasta 1939 siguió todos los acontecimientos de la guerra civil española.
En 1948 ingresa en la universidad para estudiar Medicina. En sus estudios universitarios demuestra especial interés por la investigación del asma, alergias, lepra y la teoría sobre nutrición.
Hizo prácticas en el Instituto de Investigaciones Alérgicas y comenzó a inclinarse por el estudio y atención de esta área; pero en 1950 interrumpe sus estudios para realizar un viaje por el Norte del país en una bicicleta, a la que acopla un motor.
Recorre más de cuatro mil kilómetros a través de doce provincias, su proeza deportiva no pasa inadvertida para lugareños y foráneos, una empresa propagandista lo retrata y divulga un afiche donde se ve a un joven atlético que empuña firmemente los manubrios.
En este viaje conoce a Alberto Granado, joven que en diciembre de 1951 lo acompañaría, junto a la Poderosa II, así nombraron a la moto Norton de 500 cc con la cual recorrieron Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Pero sería Chile el país que lo marcaría al apreciar en la visita a las minas de cobre de Chuquicamata el grado de explotación y discriminación a la que eran sometidos los nativos.
De ello expresaría en una crónica titulada Entendámonos: “(…) ¿Que nuestra vista nunca fue panorámica, siempre fugaz y no siempre equitativamente informada, y los juicios son demasiado terminantes? (…) El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina, el que las ordena y pule, yo, no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Ese vagar sin rumbo por nuestra Mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí (…).”
Este pasaje, junto a las lecturas, pasión comenzada desde la biblioteca familiar donde abundaban textos clásicos de la literatura universal, historia, filosofía, psicología y obras de Marx, Engels y Lenin, con los que se familiarizó en su juventud, nos ayudan a entender porqué ha cambiado más de lo que él propiamente cree.
En junio de 1953 se titula de médico y un mes después emprendió su segunda travesía por esa mayúscula América, ahora serían: Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y finalmente, Guatemala los países que recorre. Recorrerlos y ver sus realidades, revela su más profundo humanismo, y a la par hace crecer y agiganta su modo revolucionario de pensar y su firme antimperialismo.
Es atraído por la política ejercida por el gobierno de Arbenz en Guatemala. Pero ve cómo es planeado y ejecutado por el gobierno de los Estados Unidos el golpe de estado contra Arbenz, el 18 de junio.
Participa en el transporte de armas e intenta unir a algunos jóvenes a la lucha, además ayuda a poner a salvo a algunos líderes políticos. El 20 de junio escribe a su madre: “Estos ataques, junto con las mentiras de la prensa internacional, han despertado a los indiferentes. Un clima combativo predomina aquí. Me he ofrecido como voluntario para los servicios de ayuda médica y me he registrado en la brigada juvenil para recibir instrucción militar e ir a la lucha en caso de que sea necesario.”
A la par de la conmoción por la renuncia del presidente y el exilio masivo de los principales líderes guatemaltecos, el Che expresaría: “En Guatemala era necesario luchar, pero, casi nadie luchó. La resistencia debió ser implementada pero casi nadie quiso hacerlo¨. Es señalado de peligroso comunista argentino y que debe abandonar Guatemala prohibiéndole su permanencia en el país.”
Al Che llegar a México vuelve a encontrarse con Ñico Lopez combatiente del 26 de julio de 1953 que ya había conocido en Guatemala, por el conocería a Raúl, quien le presenta a Fidel. De este encuentro, el Che expresó:
“(…) Charlé con Fidel toda una noche. Y al amanecer ya era el médico de su futura expedición. En realidad, después de la experiencia vivida a través de mis caminatas por toda Latinoamérica, no hacía falta mucho para incitarme a entrar en cualquier revolución contra un tirano, pero Fidel me impresionó como un hombre extraordinario. Las cosas más imposibles eran las que encaraba y resolvía. Tenía una fe excepcional en que una vez que saliese hacia Cuba, iba a llegar. Que una vez llegado iba a pelear. Y que peleando, iba a ganar. Compartí su optimismo. Había que hacer, que luchar, que concretar. Que dejar de llorar, y pelear (…)”.
Así se convertiría en el médico de la expedición, sería uno de los 82 expedicionarios del yate Granma. Fue uno de los sobrevivientes del combate de Alegría de Pío el 5 de diciembre de 1956. Resultó herido en dicha operación y al retirarse prefirió cargar con una caja de balas en vez de la de medicamentos.
El 21 del propio mes se encontraría con Fidel y otros sobrevivientes en Cinco Palmas, Purial de Vicana. Formó parte, aún como oficial médico, del núcleo inicial del Ejército Rebelde y participó en el ataque al puesto militar de La Plata el 17 de enero de 1957. Sobre el significado de esta acción militar escribió años después:
“(…) Fue un llamado de atención a todos, la demostración de que el Ejército Rebelde existía y estaba dispuesto a luchar y, para nosotros, la reafirmación de nuestras posibilidades de triunfo final.”
Serían innumerables las acciones combativas en las que participó el Che durante nuestra última etapa de lucha de liberación. Tal es así que formó parte de la columna número uno José Martí bajo la dirección directa del líder del proceso insurreccional Fidel Castro. Por sus méritos en el propio año 1957 en el mes de julio es ascendido a Comandante, de ello escribiría: “En una forma realmente informal fui nombrado comandante del segunda Columna de la guerrilla. La dosis de vanidad que está en todos nosotros me hizo sentir el hombre más orgulloso del mundo ese día.”
Multiplicidad e integralidad lo distinguen cuando desde sus enormes responsabilidades edita el periódico El Cubano Libre. Con el seudónimo de francotirador redacta diversos artículos en permanente labor educativa y en febrero de 1958 funda Radio Rebelde. Así mismo, crea pequeñas industrias de guerra con el fin de satisfacer necesidades primarias de la contienda.
Fue determinante su participación en la reunión de Altos de Mompié, el 3 de mayo de 1958 donde se analizaron las causas del fracaso de la Huelga General del 9 de abril y la organización del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, con el Comandante en Jefe Fidel Castro como máximo líder Ejército Rebelde y del Llano.
Después de terminada la contra ofensiva de verano donde las numerosas fuerzas batistianas fueron derrotadas por los rebeldes, inferiores en número, el Che es designado Jefe de la Columna Invasora No. 8 Ciro Redondo. Para ello el Comandante en Jefe escribió el 21 de agosto: “La misión de conducir una brigada desde la Sierra Maestra a la provincia de Las Villas y operar allí de acuerdo a el plan estratégico del ejército rebelde, es asignado al Comandante Ernesto “Che” Guevara. (…) Es además nombrado como líder de todas las unidades del Movimiento 26 de Julio que operan en esa provincia, en las ciudades y en el campo. (…) La octava brigada tiene como objetivo estratégico atacar al enemigo en forma continua en el centro de Cuba e interceptar los movimientos de las tropas hostiles en tierra de oeste a este hasta que estas queden completamente debilitadas.”
Cumpliría a cabalidad las órdenes asignadas, además llevó a efecto con firma del conocido Pacto Del Pedrero la unidad entre el MR- 26 de julio con el Directorio Revolucionario 13 de marzo que operaba también en el Escambray, el 1 de diciembre de 1958. Posteriormente se unió también el Partido Socialista Popular.
La batalla de Santa Clara conducida brillantemente por el Che, el descarrilamiento del tren militar de refuerzo enviado por el alto mando batistiano, junto a otras acciones llevadas a cabo por las fuerzas rebeldes en diferentes lugares de Oriente contribuyeron a la caída de la dictadura batistiana.
El Comandante Guevara recibiría la orden de partir hacia La Habana y tomar la Fortaleza de La Cabaña, al igual que el Comandante Camilo Cienfuegos debía tomar EL Cuartel de Columbia y asegurar el triunfo revolucionario.
Con el triunfo de la revolución el Che Guevara ocuparía disímiles tareas en la conducción del proceso revolucionario como jefe militar de La Cabaña y de Capacitación del Ejército Rebelde, posteriormente, jefe del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria, presidente del Banco Nacional de Cuba, jefe militar de la región de Occidente, Ministro de Industrias, miembro de la Dirección Nacional de las ORI y luego de la del Partido, con responsabilidades en la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN).
Se le otorgó la ciudadanía cubana, el título Doctor Honoris Causa en Pedagogía y el Colegio Médico Nacional le confirió la categoría de Médico Cubano Honorario y fue nombrado hijo adoptivo de Cabaiguán y Fomento el 8 de febrero. Ernesto Che Guevara toma la nacionalidad cubana el 9 de febrero.
También fue la voz no solamente de Cuba sino de todos los países oprimidos y explotados del mundo, su voz acusadora como representante de Cuba al desempeñar funciones dentro de la política exterior de la naciente revolución cubana. A la vez que palpo las simpatías que despertaba el proceso revolucionario en el mundo.
Nunca dejó de pensar en la formación de las futuras generaciones, y a los universitarios les expresó: “(…) tomar contacto con la gente, no para ayudarlos con su conocimiento o lo que fuera – como una mujer aristocrática que da una moneda a un mendigo- sino para volverse partícipes de las fuerzas revolucionarias que gobierna Cuba hoy. Para poner sus hombros y ayudar a la revolución y al mismo tiempo obtener experiencias que pueden llegar a ser más importantes que aquello que aprendan en las aulas.”
El internacionalismo del Che no solamente con el caso cubano, del cual había sido una figura vital, nos lo puede ayudar a entender la entrevista desde la Sierra Maestra por Radio El Mundo de Buenos Aires:
“- Estoy aquí simplemente porque creo que la única manera de liberar a América de los dictadores es venciéndolos. Haré todo lo posible para hacerlos caer, cuanto antes mejor.
– ¿No teme que su intervención sea tomada como una interferencia extranjera?
– Como primera medida yo no considero solo a Argentina como mi país natal sino a toda América. Para ello quisiera tomar ejemplos como Martí, y es en su tierra natal (Cuba) que ayudaré a hacer su doctrina una realidad. Además no se puede llamar interferencia si yo quiero entregarme totalmente – hasta la sangre- a una causa que me parece correcta y que es la causa del pueblo. Un pueblo que quiere ser liberado de una tiranía que en sí misma se basa en la interferencia armada extranjera, con aviones, armas e incluso estrategas. Hasta ahora ni siquiera un solo país a acusado a Norte América de intervenir en los asuntos internos de Cuba, ni un solo diario ha acusado a los Yanquis de ayudar a Batista a matar a su pueblo.”
Este pensamiento lo llevaría al Congo después de la muerte Patricio Lumumba. El 16 de febrero de 1965 arriba a Dar El Salaam junto con varios líderes revolucionarios africanos, los que piden armas, entrenamiento y financiamiento a Cuba. Allí Che conoce a Laurent Kabila y su plana mayor. Ellos acuerdan que el principal enemigo de África es el imperialismo norteamericano. En respuesta al pedido de Kabila para que entrene a la guerrilla en Cuba, Che dice que no. Él explica que es mejor entrenarlos en el propio terreno.
El 24 de marzo Che llega de Tanzania cerca del puerto de Kigoma en la orilla del lago Tanganika. Desembarca con 14 cubanos en las afueras del puerto para eludir a las patrullas de mercenarios belgas. De allí llegan a Kimbamba en Congo. El 9 de mayo logra hacer contacto con el primer grupo de guerrilleros. Él les explica que fue allí para darle educación en técnicas de guerrilla por pedido de Gastón Soumaliot y Laurent Kabila. Les dice que quiere pelear de su lado en las operaciones que ellos deciden. Que está a sus órdenes. Comienza entonces una escuela de guerrilleros que recibe el nombre de La Base.
En noviembre la situación parece en los distintos frentes – entre otras cosas por las continuas discusiones entre los líderes revolucionarios- tan confusa que cada vez más guerrilleros abandonan la lucha. En acuerdo con los congoleños se toma la decisión de que los cubanos se retiraran. La misión tomó siete meses en los cuales las fuerzas cubanas participaron en más de 50 acciones.
A su regreso a Cuba de forma clandestina y con la idea de la lucha por la emancipación de los pueblos del continente americano comienza el entrenamiento del contingente que lo acompañaría a Bolivia.
Pero antes, desde el 3 de octubre de 1965, en el Acto de conformación del PCC y su Comité Central el Comandante en Jefe da a conocer la carta de despedida que le escribiera el Che. Eran múltiples las preguntas de los cubanos, la sorpresa de que no fuera miembro del recién creado Partido. Esta carta es ejemplo de modestia, de pensamiento revolucionario, de firme fidelidad a Fidel desde México y a la revolución y al pueblo de Cuba. Pero también de ese pensamiento internacionalista y antimperialista formado en él.
De la gesta boliviana podríamos engrasar cuartillas, pero sería mucho mejor sugerir esa lectura del Diario, para ver todas las vicisitudes pasadas por la guerrilla en todo el Alto Plano boliviano descrito por el Che en él. Siempre el Che nos refiere que la moral del grupo estuvo alta hasta el último momento en ese fatídico día 8 de octubre de 1968 en la Quebrada del Yuro.
Para las futuras generaciones, en especial la cubana, legó obras para su formación revolucionaria desde los tiempos de la Sierra hasta el posterior triunfo revolucionario. Entre ellas podemos mencionar, Pasajes de la guerra revolucionaria, El socialismo y el hombre en cuba, Cuba excepción histórica o vanguardia, entre otros.
El Che en Camagüey
Luego del triunfo revolucionario de enero de 1959 el Che volvió a Camagüey en abril de aquel año. El día 14 en un parque de la ciudad de igual nombre habló en una multitudinaria concentración de reafirmación revolucionaria, acto al que también asistió Fidel Castro. Allí llamó al pueblo a estar alerta, pues los enemigos de la Revolución se afanaban por crear la desunión entre los revolucionarios camagüeyanos.
En septiembre regresó y en una de las plazas de la urbe miles de personas, muchas vestidas con el uniforme de las Milicias Nacionales y portando armas, apoyaron la Primera Declaración de La Habana. Guevara identificó a los enemigos de Cuba, señaló a los Estados Unidos como el verdadero culpable de la pobreza de las naciones de América del Sur y del Caribe, y con su inconmensurable firmeza citó a la dignidad como soporte de lucha aunque entrañe el riesgo de morir.
En octubre de 1961 asistió inesperadamente en la ciudad de Camagüey a un ciclo de conferencias para funcionarios y a los Consejos Técnicos del Ministerio de Industrias. En esa ocasión pronuncia palabras que trascienden:
“Hay que elevar el nivel cultural y técnico de toda la clase obrera como otro de los imperativos de este momento en que vivimos. ¡Produzcamos! ¡No repartamos la miseria!”
En 1963 anda de nuevo por Camagüey enfrascado en impulsar la mecanización de la cosecha de la caña y labora durante varios días en los cortes con un prototipo de cosechadora, en macizos cañeros de centrales de la zona norte de la provincia.
Durante esos días inaugura una fábrica de alambre de púas en Nuevitas, ciudad que cuenta con un importante puerto, entonces su principal renglón económico junto a la pesca de plataforma. Allí vislumbra lo que será Nuevitas en el futuro: una urbe industrial (como se materializó años después) con una termoeléctrica, ampliadas y diversificadas las plantas de fertilizantes y de cemento, fábricas de alimentos y miles de viviendas para trabajadores.
Pero qué mejor forma de ver al Che que hacerlo a través de las palabras de nuestro Comandante en Jefe cuando expresó: “(…) cómo queremos que sean nuestros hijos, queremos que sean como el Che.”
Foto: tomada de archivoshistoria.com