Fueron sus padres el intelectual y abogado Manuel de Jesús Arango y Ramírez, y de la no menos reconocida Ana Isabel Agüero y Perdomo[1], de apellidos entrecruzados por endogamia familiar con el segundo conde de Villamar José Fernando Hernández y Perdomo; y el patriota principeño Joaquín de Agüero y Agüero, su pariente que fundara la Sociedad Libertadora, que tuvo por objetivo conspirar contra el gobierno absolutista y en la que llegaría a ser el protagonista del levantamiento armado anticolonial, en 1851.
Vale saberse que Manuel de Jesús Arango era hermano del abogado de la Audiencia José Agustín Arango que integrara la liga la Cadena Triangular, sociedad no masónico homóloga de Soles y Rayos de Bolívar y en la cual desempeñara un activo papel que lo acercaría al Libertador Bolívar[2], entre otros méritos ganados en el escenario de las luchas latinoamericanas; algo de lo cual es seguro debió saber de oídas Augusto Arango, como mismo su hermano Aurelio y Napoleón, todos enrolados en el estallido independentista del Camagüey, en 1868.
De modo que el hogar ejercería una influencia significativa en la formación de sus primeras ideas sobre la libertad, la justicia, la revolución, la patria, el individuo… Por cierto, «Casa de los Arango» que llegó a ser controlada por las autoridades coloniales en la década de 1820, por desarrollarse en ella las juntas cadenistas con fines conspirativos, valiéndose para ello sus gestores de lidias de gallos libradas en el traspatio de la morada, ubicada en la calle Soledad nro. 16.[3]
Las ideas que lo llevaron a las luchas cubanas
Ya la Comisión Militar Ejecutiva lo había condenado a muerte, empero Augusto Arango no temía al poder omnímodo por llevar en su conciencia las enseñanzas coraje, de justicia y libertad de su padre, y el ejemplo de luchas de sus tíos bolivarianos. Luego seguiría al campo revolucionario al precursor independentista Joaquín de Agüero, estallido en la que al frente de uno de los pelotones con el grado de cabo estaría a punto de perder la vida tras ser fusilado y dado por muerto por los españoles. Salido milagrosamente del lance armado y después de la cirugía que le salvara en los Estados Unidos, retornaría al Camagüey para ponerse al frente de los jóvenes del Liceo y batirse con tacos de billar y bastones con los soldados y la policía urbana, en junio de 1866.
Dos años más tarde volvería a conspirar por ver libre a Cuba, jurando lealtad a la Junta Revolucionaria de Puerto Príncipe, al Comité Revolucionario del Camagüey y a la Asamblea de Representantes del Centro, y al marqués Salvador Cisneros y a Ignacio Agramonte Loynaz. Precisamente junto al marqués viajaría a la finca Muñoz en Las Tunas, a trazar planes estratégicos entre orientales y camagüeyanos. De aquí con un puñado de valientes atacaría y tomaría el poblado de Guáimaro, el 4 de noviembre de 1868. Sería uno de los asistentes a la asamblea de patriotas del Paradero de Las Minas, el 26 de noviembre, cita en la que el Mayor Ignacio Agramonte salvara la Revolución. Dos días después, Arango acometería una columna española dirigida por el conde de Valmaseda. Y desempañaría la Jefatura Militar de la División del Camagüey, hasta el 31 de diciembre, en que pasara a su cuartel general en la finca La Atalaya, próximo a El Bagá de Nuevitas.
Hasta aquí bastaría para ponderar la actitud, el coraje y el compromiso de este patriota de luchar por la libertad y la independencia cubana; -con dolor saberlo-, que equivocaría esa brillante ejecutoria por caer, -ingenuamente, no por insensatez ni torpeza-, en la celada la simulación y la vileza de la traición tendida por su hermano Napoleón, que lo turbaría y confundiría haciendo zigzagueante su actitud hasta aquí sincera y de pureza por redimir a Cuba, para ir a morir asesinado por el enemigo.[4]
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[1] Los apellidos son importantes en el Camagüey, entre otras razones, para descubrir la extensa red endogámica familiar de los principales núcleos hispanos formadores de la sociedad civil principeña, de los siglos XVII, XVIII y XIX. Por ejemplo, la hermana de Ana Isabel Agüero lo fue Ana Josefa Agüero, a su vez la esposa de Joaquín de Agüero y Agüero, de quien era prima-hermana.
[2] Su tío José Agustín Arango Ramírez en compañía de una comisión partió de Cuba a Filadelfia, en 1821, a la Junta Cubana, para desde aquí viajar al encuentro de Bolívar en la Gran Colombia, donde desempeñó importantes misiones combativas bajo las órdenes de jefes y oficiales venezolanos hasta que Bolívar lo designara comisionado ante el Congreso Anfictiónico de Panamá, en 1826, para concertar planes comunes frente a los intentos de los Estados Unidos, Francia e Inglaterra de frustrar la unidad e independencia latinoamericana.
[3] Crespo Baró, José Fernando: José Agustín Arango Ramírez. Entre los precursores de las luchas cubanas. Camagüey, 2021. (En proceso editorial).
[4] Los detalles de lo sucedido y la forma en que fuera matado por sus captores en el Casino Campestre del Camagüey figuran en el texto de la autoría de Morales y Morales, Vidal: Hombres del 68, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1972, p. 151 y ss.