La relación de Manuel de Quesada y Loynaz con México

Foto: Archivo OHCC
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Como bien declara Rolando Rodríguez en su libro Raíces en el tiempo, son muchos los nexos que unen a la Mayor de las Antillas con México: su cercanía geográfica, arte, cultura, migraciones, pero sobre todo lazos históricos que ratifican la profunda amistad entre ambos pueblos.

Precisamente una de esas páginas es escrita por Manuel de Quesada y Loynaz, proveniente de una de las familias más distinguidas del Camagüey, considerado por algunos como una figura polémica, debido a las medidas adoptadas como General en Jefe del Ejército Libertador, cargo del que es destituido (aunque presenta la renuncia un día antes) como resultado de un conflicto mayor propiciado por los rejuegos del poder civil en los primeros momentos de la Guerra de los Diez Años.

Llegada a México

Su estadía en ese país se produce luego de la salida de Cuba hacia Nueva York debido al acoso por sus actividades conspirativas. Allí hizo suya la causa existente y se incorpora con el grado de alférez. Rápidamente asciende en esta carrera al convertirse en general de división y gobernador militar del estado de Durango, empleo que desempeña en otras cinco provincias.

Derrota a los franceses en la Rinconada en el Estado de Veracruz y a OˊHiggins en Rancagua. Organiza el cuerpo de Lanceros de Quesada y vence al famoso regimiento napoleónico Chasseurs dˊAfrique dirigido por el coronel Dupart. En esta acción participa su hermano Rafael, quien también obtiene el grado de coronel. En 1866 es parte de una comisión que tenía por objeto recabar auxilios de los Estados Unidos.

El amplio aval militar adquirido en esta hermana tierra justifica, la proyección que trata desarrollar en la contienda independentista cubana: organizar la futura caballería camagüeyana, el cuerpo de artillería, establecer prisiones militares, el sistema de aprovisionamiento a las tropas, fundación de talleres, armerías, fábricas de pólvora, reclutamiento de soldados, entre otros elementos.

No obstante, se le acusa de no contar con el talento militar necesario para conducir y subordinar a los hombres, comentarios que trascienden a la publicación periódica “La Estrella Solitaria”, pues en varias ocasiones se le cuestiona su capacidad como general en jefe, y en donde se observan artículos también contra el presidente Carlos Manuel de Céspedes, debido a la actitud asumida en torno a él, entre otros aspectos. Dicha situación es aprovechada además, para desacreditar a la revolución y mostrar la desunión evidente, como bien se aprecia en el Diario de la Marina del 18 de febrero de 1870.

Conclusiones

La manera de hacer la guerra de Manuel de Quesada y Loynaz adquirida en México, basada en una férrea disciplina y organización, no quiso ser entendida ni tampoco convenía; hecho que posteriormente reconoce Ignacio Agramonte cuando aplica los métodos no comprendidos en un principio.

Bibliografía

Aparicio, Raúl. Hombradía de Antonio Maceo. Contemporáneos UNEAC, 1966.

Betancourt Herrera, Jorge. Mayor General Manuel de Quesada. Periódico Adelante. 30 de marzo del 2003.

De Céspedes y Quesada. Carlos Manuel. Manuel de Quesada y Loynaz. Academia de la Historia. La Habana, 1925.

Collazo, Enrique. Desde Yara hasta el Zanjón. Instituto del libro. La Habana, 1967.

Rodríguez, Rolando. Raíces en el tiempo. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 2009.

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