En la actualidad, las industrias culturales y creativas constituyen una alternativa viable para la gestión de los sitios patrimoniales y así han demostrado experiencias nacionales e internacionales. Las mismas, se han convertido en motor impulsor del desarrollo socio-económico local, a la vez que defienden el papel determinante de la cultura como medio para preservar la identidad de las ciudades y contribuir a la valorización y salvaguarda del patrimonio histórico cultural.
La economía creativa ha mostrado un crecimiento sorprendente en las últimas dos o tres décadas, y su impacto económico ha sido decisivo en muchas localidades, territorios y países, no sólo desarrollados, sino también subdesarrollados para la creación de estrategias urbanísticas exitosas. Se considera todavía un tema novedoso y complejo ya que existen múltiples interpretaciones acerca de lo que puede entenderse como economía creativa, las actividades que la integran y las implicaciones económicas, políticas y sociales que puede tener.
Una experiencia desde y para Camagüey
La Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCC), como entidad líder de conservación y gestión del centro histórico de Camagüey, decidió incorporar estos enfoques de industrias creativas en sus políticas de desarrollo y el plan de manejo del territorio.
Así surge el proyecto de cooperación internacional “Industrias Creativas: un aporte a la gestión patrimonial y al desarrollo socioeconómico local desde la dinamización cultural de los principales espacios públicos del centro histórico de Camagüey”, también conocido como Arte Plaza; proyecto financiado por la Unión Europea y el Instituto Camoes de Portugal, que se desarrolla de conjunto al Consorcio Internacional CARE-OIKOS y la ejecución de la OHCC, con una duración de 24 meses.
Arte Plaza tiene como radio de acción las principales plazas, plazuelas y ejes conectores del centro histórico, particularmente en la zona declara Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco; espacios con grandes potencialidades para la inserción del modelo de industrias creativas y la conformación del Circuito Cultural Creativo de Camagüey.
Propósitos
El objetivo fundamental del proyecto es su contribución a la dinamización de la vida cultural camagüeyana como promotora del desarrollo socio económico local, con la puesta en valor de su patrimonio cultural.
Para ello, se propone específicamente fortalecer las capacidades de agentes culturales, económicos y de la población local, con vistas a lograr una gestión inclusiva y articulada del centro histórico.
Las acciones buscan optimizar los valores patrimoniales del Centro Histórico, a partir del incremento de conocimientos locales para una gestión inclusiva y articulada del territorio, con la incorporación de estos conceptos en las políticas e instrumentos de gestión; además de demostrar cómo realizarlo en la práctica y reflexionar sobre sus resultados.
Para lograr lo anterior, se ha dividido el trabajo en tres direcciones fundamentales:
(1) Un programa teórico práctico de formación de decisores y especialistas de la OHCC de Camagüey, que al finalizar la acción incorporan el modelo de industrias creativas en los instrumentos de gestión patrimonial.
(2) Un proceso práctico de creación de industrias creativas alrededor de espacios públicos con alto valor patrimonial, donde la población residente, agentes culturales y económicos, públicos y privados, se integren en proyectos culturales y creativos en espacios públicos del centro histórico de Camagüey; y
(3) Un proceso que facilite entender las oportunidades y desafíos que ofrece el modelo de industrias creativas para la gestión inclusiva del patrimonio de un territorio, cuyos resultados servirán a la incidencia en las políticas culturales, dentro de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador y en otros espacios no patrimoniales.
Apuestas
El proyecto apuesta, desde lo cultural, en la creación de riquezas tanto espirituales como económicas, que no solo puedan ser revertidas en el ámbito individual o familiar; sino que trasciendan los espacios domésticos para convertirse en beneficios sociales, en función de la sostenibilidad del patrimonio y el bienestar común.