Los Padres Escolapios llegaron a territorio camagüeyano a mediados del siglo XIX. En 1861 encargaron al arquitecto municipal Dionisio de la Iglesia el proyecto de un gran complejo edificatorio que debía concebir un templo, un convento y un colegio. Por sus dimensiones, la obra ideada superaba cualquier otro antecedente en Puerto Príncipe.
La magnitud de la inversión conllevó a las primeras críticas que exigieron una revisión de los presupuestos y la disminución de los mismos. El examen y aprobación de los planos fueron hechos por la Real Academia de Bellas Artes en Madrid y se extienden hasta el año 1863.
El plan abarcaba una manzana completa y la consecuente demolición de los edificios allí existentes. La fachada principal cubriría completamente el lado sur de la plaza de San Francisco (actual parque Martí). Los trazados responden a una estructura totalmente equilibrada donde el eje longitudinal del templo define el centro del esquema organizador.
La solución se adapta satisfactoriamente al área de ubicación, constituyendo una satisfactoria propuesta donde arquitectura y espacio urbano terminarían beneficiados. En lo referido al diseño arquitectónico a todas luces la concepción de este complejo colegio-convento-templo nos remite históricamente al más célebre edificio de su género: “El Escorial”.
Conceptualmente, el proyecto se sostiene sobre un esquema tipológico ya reconocido. Dionisio acude a los recursos adquiridos en sus estudios de Bellas Artes. El diseño a partir de estructuras tipológicas fue una de las metodologías más utilizadas por todo arquitecto decimonónico y base de enseñanza en las propias aulas de las academias. La reunión de patios alrededor del templo y la solución compositiva de la fachada son los elementos más claros de conexión con el paradigma escurialense. No obstante, cuando dicho proyecto fue sometido a revisión por la academia, la junta en sesión enunció que el proyecto cumplía con todos los requisitos pero “debía variarse la fachada en la parte del templo agregándosele un frontispicio en la parte central superior”[1].
Esta actitud exageradamente revisionista y dogmática ejemplifica el alcance del control de la institución académica, incluso en territorios de ultramar; así como el estancamiento de los conceptos de diseño a estas alturas del siglo y la preferencia clara por la opción neoclasicista.
De toda la creación de Dionisio solo se ejecutaron los claustros de la zona este, donde hoy radica la escuela Inés Luaces. Esta intervención implicó una trasformación radical del convento franciscano, cuyo único claustro estaba conformado por arcadas. Siguiendo el nuevo proyecto se ejecutaron los dos claustros que se conservan actualmente con soluciones adinteladas en las galerías al patio. También se conserva la fachada a la calle San Fernando que sigue fielmente el proyecto del arquitecto municipal; ni el templo ni los claustros del oeste fueron siquiera comenzados.
A pesar de esto, muchos aspectos importantes son reconocibles en el proyecto. La estética neoclasicista reina tanto en el diseño exterior como interior. La homogeneidad, la uniformidad, la austeridad y la funcionalidad continúan siendo los adjetivos caracterizadores.
En cuanto a la distribución espacial las actividades colegiales se concentraron en la planta baja, en el bloque frontal se dispusieron los locales administrativos y en la parte posterior las diligencias de servicio. La planta alta fue reservada para la vida monástica. Es significativo señalar que la ingeniosa ubicación de las escaleras facilitaba el buen desarrollo de las diferentes actividades dentro del gran edificio.
La fachada actual hacia el parque Martí, que exhibe un portentoso pórtico neoclásico, fue ejecutada en la tercera década del siglo XX, cuando fue demolida la iglesia de San Francisco.
Proyecto de Dionisio de la Iglesia para el Colegio de los Padres Escolapios en Puerto Príncipe. Año 1861.
Fuente: Sección Ultramar, Planos, Carpetas 62-70, microfilm 1168. Archivo Histórico Nacional de España.
[1] Sección Ultramar, 142, “Expediente de aprobación del proyecto de reparación del Colegio de Escolapios de Puerto Príncipe”, Exp. 1. Archivo Histórico Nacional de España.