Claudio Brindis de Salas: Barón, miembro de la Légion d’Honneur y músico de la corte alemana, dueño de un violín Stradivarius, llegó a Camagüey: “…porque quería conocer aquella ciudad de ensueños y bellas tradiciones, cuna de tantos guerreros, sabios y artistas que tan alto han puesto el nombre de Cuba en el extranjero”.
El vecindario principeño lo acogió con una generosidad extraordinaria. Debutó en la Benemérita Sociedad de Santa Cecilia. Al día siguiente, estremeció la sociedad La Nueva Aurora y concluyó su visita en el Teatro Principal de la legendaria ciudad entre el Tínima y el Hatibonico.
Infancia
Nieto de Luis Brindis, sargento primero del Real Cuerpo. Hijo de Claudio Brindis de Salas, violinista, notable contrabajista además de una hermosa voz de barítono de gama inusual. Elogiado hasta por el propio Marqués de Someruelos. Maestro de sus pequeños hijos.
A Brindis le asustó tanto la virtud de su primogénito, que nada podía enseñarle, lo había superado con creces. Justo por eso por sus virtudes, inteligencia y sobre todo por sus ideas antiesclavistas e independentistas fue víctima de uno de los procesos criminales de Cuba contra la inteligencia negra, conocido como de La Escalera, …sus influencias gracias a su talento, lo libraron del martirio, pero no de la prisión y de las torturas.
La investigadora Alina Sánchez anota que, el abuelo Luis Brindis y varones de la familia de su madre, María del Monte Salas y Blanco, fueron miembros de alta graduación de los Batallones de Pardos y Morenos, institución militar equivalente al ejército colonial integrado por blancos leales a la corona. Además, su madre María del Monte fue ama de cría del Conde de Casa Bayona y por tanto el joven Claudio era considerado «hermano de leche» del Conde, y le hacía gozar de una cierta protección de aquella noble familia.
La Gaceta de La Habana de 1863 señala: Claudio Brindis de Salas ha determinado dar un concierto en unión de sus dos hijos el viernes en el Liceo. ¡Está bien! Dicen que uno de estos, no obstante, su tierna edad vence grandes dificultades en el violín, que es, como todo el mundo sabe, el más difícil de los instrumentos”.
El instrumentista belga José Van der Gutch agenciado por el padre del niño prodigio le instruye y en 1863, cuando el pequeño sólo contaba 10 años, ofrecen juntos su primer concierto. En dicha audiencia del Liceo de La Habana estuvo Ignacio Cervantes.
Allende los mares
México. En Veracruz, México, donde se establece y comienza a vivir de los conciertos que le organiza Joaquín Gaztambide.
Francia. El esfuerzo, interés y altruismo paterno llevó a su hijo a estudiar a Francia. José White era negro, violinista y ya estaba triunfando en París. En 1869 se le abrieron las puertas del Conservatorio de París. Asistía a la clase del maestro Charles Dancla, completó su formación con Camilo Ernesto Sivori, discípulo del mismo Paganini, y con Hubert Leonard y el maestro David.
Italia. De Claudio José Brindis de Salas y Garrido apuntó el periódico El correo italiano: El Caballero Brindis de Salas es un joven negro, perfectamente negro, hijo de Cuba, de un talento extraordinario, de hermosa y simpática figura, que habla seis o siete lenguas…es violinista de actividad extraordinaria …y al mismo tiempo de una energía que lleva impreso el ímpetu característico de la raza: siente y siente con una pasión que le chispea en las pupilas, que son de una expresión electrizante”.
Rusia. Asombró en La Scala, en San Petersburgo.
Alemania. El Kaiser Wilhem II de Alemania. El emperador quedó fascinado con su arte y decidió que aquel negro merecía mucho más que aplausos. Ante la mirada atónita de sus coetáneos, el Guillermo II le hizo barón del Imperio alemán y lo nombró violinista de su corte. Brindis se casó entonces con una dama de la nobleza alemana.
Martinica, Estados Unidos, Argentina, otras tierras latinoamericanas.
Cuba con sus racismos, ¡exclusiones…un camarero no le quiso vender un café por el color de la piel…ay Cuba, como me dueles… partió!
La partida definitiva y de regreso a la inmortalidad. La investigadora Alina recoge: Llegó a Buenos Aires, sin aguacero, sin decir una palabra, sin saber muy bien que era el 25 de mayo de 1911. De la pensión caminó hasta el Monte de Piedad con el violín.
El dueño de la tienda extendió el recibo, le dio los diez pesos. El negro no volvió. En 1917, el diario argentino La Razón lideró una colecta pública para impedir que sus restos fueran trasladados a una fosa común. Años más tarde, en 1930 fueron hacia La Habana, al panteón de la solidaridad de la música cubana en la Necrópolis de Colón.
Eusebio Leal y Brindis de Salas
En la Habana Vieja, en la que fuera Iglesia de Paula, hay una sala de conciertos. Y en la sala, una urna. Frente al mar. Claudio José Domingo Brindis de Salas, el hijo de Claudio, el inmortal.
Bibliografía
– El negro del Stradivarius. (En homenaje) Claudio José Domingo Brindis de Salas recuperado 30 de mayo 2023 https://www.iaa.fadu.uba.ar/cau/?p=2531#:~:text=El%20negro%20del,28%20JULIO%202016
– Fondo Jorge Juárez Cano.