El 7 de diciembre de 1989 hace hoy 31 años, el pueblo cubano despidió junto a las madres, padres, hijos y esposas con el dolor compartido a los hijos que ofrendaron sus vidas en cumplimiento de una de las causas más justas y bella de todo revolucionario “el internacionalismo”; como la definiera el Comandante en Jefe Fidel Castro.
La sabía decisión fue adoptada por la máxima dirección política del país de realizar las honras fúnebres de los caídos en misiones internacionales un día como hoy.
Los preparativos
Las labores preparatorias se efectuaron durante el transcurso de varios meses, la preparación de los restos y el traslado a Cuba. Así como el trabajo en los municipios y provincias con el objetivo de asegurar las condiciones necesarias para ello.
Los restos de los combatientes caídos en el continente africano comenzaron a recibirse en el suelo patrio desde el 27 de noviembre con la solemnidad y los honores merecidos.
Más 400 mil combatientes y colaboradores civiles habían escrito innumerables páginas de heroísmo y sacrificio en ese noble empeño, como muestra de nuestras mejores tradiciones, de altruismo y lealtad sin límite a la revolución. Los cuáles serán ejemplos imperecederos para las generaciones futuras de cubanos.
La ceremonia
A la ceremonia nacional de despedida de duelo a los combatientes internacionalista caídos en tierras africanas, efectuada en el Mausoleo El Cacahual donde reposan los restos mortales del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y de su ayudante Francisco Gómez Toro, desde el día 6, quince osarios fueron expuestos en representación de todas las provincias y del municipio especial Isla de la Juventud.
A los que el Comandante en Jefe Fidel Castro realizó la última guardia de honor junto al presidente de la República Popular de Angola José Eduardo Dos Santos, invitado por el gobierno cubano. También estuvo presente el vicepresidente de Etiopía Berhanu Bayth.
Fidel hizo la despedida
En las palabras centrales de despedidas el comandante en Jefe expresó:
“Fue siempre de profunda significación para todos los cubanos la fecha memorable en que cayó junto a su ayudante él más ilustre de nuestros soldados, Antonio Maceo. Sus restos yacen aquí, en este sagrado rincón de la patria.
“Al escoger esta fecha para dar sepultura a los restos de nuestros heróicos combatientes internacionalistas caídos en diversas partes del mundo, fundamentalmente en África, de donde vinieron los antepasados de Maceo y una parte sustancial de nuestra sangre, el 7 de diciembre se convertirá en día recordación para todos los cubanos que dieron su vida no solo en defensa de la patria, sino también de la humanidad.
Los valores
De este modo, el patriotismo y el internacionalismo, dos de los más hermosos valores que han sido capaz de crear el hombre, se unirán para siempre en la historia de nuestra patria”.
En tierras de Agramonte
Desde las seis de la tarde del día seis, el pueblo agramontino rindió merecido tributo a los restos mortales de los 159 hijos de esta tierra al paso de la caravana fúnebre a lo largo de la Avenida Finlay, desde el aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte.
También desde los diferentes puntos de salida de la ciudad cabecera y todo el trayecto hasta los diferentes municipios, el pueblo vio el paso de las caravanas con los héroes en profundo silencio.
A las ocho de la noche los restos de los combatientes fueron expuestos en los salones del Museo Provincial Ignacio Agramonte de la ciudad de Camagüey.
El pueblo…
Hasta casi entrada la medianoche estuvo desfilando un mar de pueblo ante los restos de sus compatriotas. Volverían a abrirse las puertas del museo a las ocho de la mañana del día 7 de diciembre para que la fila interminable de hombres, mujeres y niños rindiera tributo a los caídos en el cumplimiento del deber.
Acompañaron a al pueblo camagüeyano el miembro del Buró Político Pedro Miret Prieto, el compañero Pedro Ross Leal, Fidel Castro Díaz- Balart, el Héroe del la República de Cuba Orlando Cardos Villavicencio, entre otros.
En palabras a los camagüeyanos Fidel Castro Díaz – Balart expresó: “que para él era un honor que lo hubieran designado junto a otros compañeros, tanto de las FAR, el Partido y de otros organismos a rendir tributo a los herederos de la estirpe del Mayor”.
El héroe camagüeyano solo pudo expresar: “en Etiopia murieron en combate 39 compañeros y que si él hubiera sido el número 40, sentiría el orgullo de que sus restos recibirían igual homenaje en la patria, mi corazón está demasiado oprimido para decir más, es la verdad”.
La última guardia de honor fue realizada por Pedro Miret Prieto, junto a Lázaro Vázquez, Cándido Benítez y Bertha Acosta, primeros secretarios de los burós provinciales y municipales del Partido y la UJC respectivamente.
La despedida
A la 1: 40 pm como en todo el país partió el cortejo fúnebre a lo largo de más de dos kilómetros que separan al museo con el cementerio a través de las calles República, Ignacio Agramonte, Cisneros y Cristo hasta la entrada del Campo Santo.
El Himno Invasor estremeció la Avenida de los Mártires al paso de los héroes. Solo lágrimas, respeto y absoluto silencio fueron el reflejo del dolor por los hombres que se reciben en la tierra que lo vio nacer.
Las palabras de despedida estuvieron a cargo de Cándido Benítez quien resaltó:
“(…) La misión internacionalista de Cuba en Angola fortaleció el espíritu de lucha de nuestro pueblo (…) Estamos convencidos que solamente han desaparecidos físicamente, nuestro pueblo los tendrá presentes, vivirán como el ejemplo más fehaciente del internacionalismo hecho por Cuba. (…) Nuestro pueblo está consciente de que esta gloriosa epopeya hay un héroe anónimo, forjador de esa gran hazaña libertadora: La gran familia Cubana (…)”.
En otros lugares continuó el homenaje
En Florida fueron inhumado los restos del teniente coronel Alejandro Jarpe Zurita desde el viernes ocho. Su osario estuvo expuesto en El Cacahual desde el día 7 de diciembre en las honras fúnebres celebradas en el lugar donde reposan Antonio Maceo y Panchito Gómez Toro.
La llegada de los restos del que fuera piloto de helicóptero fallecido el 18 de julio de 1981 al precipitarse su nave a tierra al aeropuerto de Camagüey, se recibió con los honores militares correspondientes a su rango jerárquico.
En la ceremonia estuvieron presente Pedro Miret Prieto, Lázaro Vázquez, junto a los otros miembros que han acompañado al pueblo camagüeyano.
Durante todo el trayecto por la carretera central a ambos lados de la misma y hasta la entrada del cementerio; el pueblo mostró respecto por el héroe.