Camagüey, tierra de valerosos hombres: Carlos Agüero García

Foto: cortesía de la autora
Share on facebook
Share on twitter

Con una excelente trayectoria militar, Carlos Agüero García demostró estar a la altura de su tiempo, permaneciendo fiel a las aspiraciones independentistas y derechos legítimos de Cuba hasta sus últimos días.

El insigne patriota nació el 14 de junio de 1843 en Camagüey. Luego de terminar su instrucción primaria se dedicó a la administración de una pequeña finca en la zona de Maraguán. Desde allí comenzó a conspirar contra España, junto a Gregorio Benítez, otro de los generales independentistas y algunos vecinos simpatizantes con la causa.

Una vez iniciado el proceso revolucionario, se incorpora bajo las órdenes de Augusto Arango, ocupando el poblado de Guáimaro. Estuvo presente en la reunión del Paradero de Las Minas, en donde cobra protagonismo la figura de Ignacio Agramonte, y se decide la continuación de la lucha en el Camagüey. Como bien dijera la Premio Nacional de Historia Elda Cento, dicha reunión tuvo una trascendencia que rebasó sus objetivos inmediatos.

También participa en el combate de Bonilla, que según Jorge Juárez Cano fue “el bautismo de fuego para los principeños”, pues las fuerzas mambisas derrotaron a una numerosa columna española dirigida por el Conde de Valmaseda a pesar de que la ausencia de militares entre los camagüeyanos era notoria en ese primer momento de la contienda.

Ascenso militar

Tras la muerte de Augusto Arango en enero de 1869 pasa a estar bajo el mando del general Manuel de Quesada. Como soldado se destaca en el combate del Paso de Lesca, en las cercanías de Sierra de Cubitas y en el cual consigue los grados de cabo. Desde ese año y hasta 1873 integra las filas de Ignacio Agramonte. Por su desempeño es ascendido a teniente primero y posteriormente, durante los enfrentamientos de El Salado y Jacinto a capitán.

Como miembro de la infantería agramontina, estuvo en el combate del 11 de mayo 1873, en el Potrero de Jimaguayú, acción en la que cae El Mayor. Tras la muerte de Ignacio, el General Gómez ocupa la jefatura; Agüero se mantiene en el ejército y participa en los asaltos a los poblados de Nuevitas, Santa Cruz del Sur, en los combates de La Sacra, Palo Seco (una de las más significativas victorias del Ejército Libertador), Naranjo y Mojacasabe, y en la importante batalla de Las Guásimas.

Al dirigirse Gómez a Las Villas en enero de 1875, queda bajo la dirección de Henry Reeve, el inglesito, quien lo asciende a comandante. Llegado el año 1877 recibe los grados de teniente coronel y el mando del regimiento de infantería “Caonao”, puesto que desempeñaba cuando cae prisionero durante una escaramuza. Sin embargo, después de la Paz del Zanjón es liberado.

Al estallar la Guerra Chiquita, mientras se preparaba para el levantamiento armado es encarcelado otra vez durante un período de nueve meses. En la nueva gesta, la Guerra Necesaria, es uno de los primeros camagüeyanos en incorporarse a la lucha. El 15 de mayo de 1895 se dirige a la insurrección con el mismo impulso y actitud inquebrantable que en el 68. Forma una pequeña fuerza con la que maniobra hasta el mes siguiente en que el contingente del general Gómez entra en la provincia y se pone a su disposición.

El 29 de junio de 1896 Carlos Agüero García recibe el grado de General de Brigada y ocupa sucesivamente la jefatura de la 1ra y 2da División del Tercer Cuerpo del Ejército Libertador. Posteriormente se desempeñó en el mando de la Brigada de la Trocha y de la Tercera Brigada de la 2da División del 3cer Cuerpo; pero en la estructura final del Ejército Libertador esta última unidad no aparece registrada. En el transcurso de las dos guerras recibió un total de seis heridas de bala, además de haber perdido el ojo derecho.

Posición asumida en la República burguesa

Instaurada la República burguesa, manifestó su rechazo a la presencia norteamericana en tierra cubana, criticando públicamente a los distintos gobiernos republicanos demagogos y serviles, a quienes apoyaban la injerencia extranjera y los que tenían doble moral. Específicamente desde 1901, junto a Maximiliano Ramos (también general), participó en todos los actos de repudio contra la Enmienda Platt que por entonces organizaba su compañero de armas.

Es válido resaltar que durante esta etapa fue inspector de ayuntamiento y uno de los dirigentes del Movimiento de Veteranos y Patriotas. En 1938, el presidente de la República de Cuba Federico Laredo Bru le concedió una pensión vitalicia con carácter extraordinario de dos mil cuatrocientos pesos anuales. Carlos Agüero García muere en Camagüey, su ciudad natal, el 21 de enero de 1939.

Tiene el Camagüey a uno de sus más brillantes y valerosos hombres; quien supo dar más de sí mismo en cada acción combativa y entender que todo esfuerzo, sacrificio y logro era parte de un fin mayor, la independencia de Cuba.

Bibliografía

Cento, Elda coords. (2012). Cuadernos de historia principeña 11. Patrimonio y legado al siglo XXI. Camagüey: Ácana.

Figueredo, Fernando (1969). La Revolución de Yara. La Habana: Instituto Cubano del Libro. T.1 y T.2.

Miró Argenter, José Miró (1970). Crónicas de la guerra. La Habana: Instituto Cubano del Libro. T.1 y T.2.

 

Más relacionados