Camagüeyano por adopción

Foto: camaguebaxcuba.wordpress.com
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Aun me parece estar viéndolo pasar con su caminar lento pero firme, erguido y muy bien vestido, luciendo una de las boinas de su gran colección, y que casi siempre llevaba en combinación con la ropa que iba vistiendo.

Muchas veces, y aunque no se haya nacido en Camagüey, esta ciudad te adopta como hijo legítimo, y eso fue lo que ocurrió con este cienfueguero que vio la luz, el día 16 de septiembre de 1938 y que lleva por nombre Orlando Rogelio Beltrán Brunett.

Reconocimiento a su labor

Destacadísimo músico, quién comenzó sus estudios musicales con solo ocho años y que se desempeñó no solo como virtuoso flautista, sino como clarinetista, violinista, contrabajista, y hasta tocador de güiro, aunque al decir de él propiamente, su verdadera vocación fue el saxofón.

A este hombre la Revista Senderos, publicación de la Oficina del Historiador de la ciudad, en su número 22, dedicó un artículo escrito por la destacada investigadora y profesora del Centro de Estudios Nicolás Guillén, Verónica E. Fernández Díaz; por ser uno de los músicos más versátiles de esta provincia.

Sintió siempre una gran admiración por nuestro patrimonio siendo su fiel defensor, pues como inicié mi comentario, aunque no nació aquí, fue un agramontino de pura cepa. Increíblemente el pasado año, exactamente el día 25 de diciembre se cumplió ya un año de haberlo perdido físicamente, pero su legado siempre estará en cada rincón de la Casa de la Trova, de la UNEAC, organización a la que perteneció desde muy joven y a la que le entregó lo mejor de su arte; y en muchos otros lugares de esta villa que lo admira y quiere como propiedad nuestra que continuará siendo.

Amistad y entrega

Con él y su esposa me unió una bonita amistad, no solo por ser los vecinos de tantos años de mi suegra y estar muy vinculados familiarmente con ellos en el barrio, sino también laboralmente, pues su indiscutible labor tanto en la Orquesta Maravilla de Florida, como en las Agrupaciones Trova Camagüeyana y la Bella Época nos permitió, realizar infinidad de trabajos con sus presentaciones en la Plaza del Carmen, la del Gallo y los diferentes proyectos pertenecientes a la Oficina del Historiador, institución que siempre lo consideró y destacó por su innegable trayectoria artística.

Descubrimiento y legado

Facetas nunca habladas sobre él, pude conocer hace muy poco, en conversación con Elba, su compañera de tantos años, quién me reveló que hasta estudios de técnico dental con el Maestro Rafael Lay realizó, algo que creo, muy pocas personas conocen. Elegancia, virtuosismo y respeto lo caracterizaron siempre, quien lo conoció quedaba encantado con la manera de conducirse y de tratar a todos, y como profesor incluso se le recuerda con mucho cariño. Sirva este comentario pues, como una muestra de admiración, hacia él y su obra que trascenderá, estoy segura, a las futuras generaciones cuando de buenos músicos se hable.

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