Desde inicios de este siglo la ciudad de Camagüey ha sido protagonista de un cambio significativo en el paisaje urbano, diversos espacios públicos y edificaciones resultan objeto de procesos de restauración, rehabilitación, mantenimiento y cambios de usos; para el bien de la urbe y la comunidad.
En este afán, encabezado y coordinado por la Oficina del Historiador de la ciudad, ha sido de vital importancia la labor de la Empresa Provincial de Restauración y Conservación de Monumentos, entidad adjunta a la propia Oficina del Historiador.
Donde quiera que se ha intervenido, teniendo por misión fundamental el enaltecimiento del patrimonio y el incremento de la calidad de vida de la comunidad circundante, el esfuerzo y la dedicación de los trabajadores de la Empresa de Restauración ha estado presente y de este modo han logrado ejecutar obras de gran impacto social.
Ejemplos hay muchos, como las intervenciones en espacios públicos de abundante afluencia de personas y alta significación histórica, como los parques Joaquín de Agüero, Agramonte y Martí; las plazas de Los Trabajadores, el Gallo y Maceo, las calles Ignacio Agramonte, Maceo y Van Horne. También la restauración de sitios declarados Monumento Nacional, como son los casos del Ingenio El Oriente, el Potrero de Jimaguayú y la Casa Natal de Ignacio Agramonte.
Su labor se centra, además, en resolver problemas sociales en los lugares que intervienen; basta con ver las acciones constructivas en el poblado de Jaronú luego del paso del huracán Irma y la reparación de viviendas en varias zonas de la ciudad tras el paso del Huracán Ike.
Destaca la intervención de la Empresa en el hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, donde acondicionaron, para beneficio de todos, el banco de leche y la sala Mariana Grajales. Han apoyado también la construcción de casas otorgadas a las personas mediante subsidios y la rehabilitación de ciudadelas.
El esfuerzo de estos trabajadores se ha premiado en disímiles ocasiones, por ejemplo, recibieron la Bandera de Proeza Laboral por la intervención del Parque Agramonte y en varias oportunidades se han alzado con la condición de Vanguardia Nacional. Gracias a sus quehaceres la Casa de la Diversidad Cultural y el Batey Jaronú recibieron, entre otras distinciones, el Premio Nacional de Restauración que otorga el Consejo Nacional del Patrimonio Cultural.
Hoy los trabajadores de la Empresa Provincial de Restauración trabajan en la Plaza de la Revolución, Mayor General Ignacio Agramonte, uno de los sitios más solemnes del territorio camagüeyano. Sus tareas están en función de descubrir las estructuras metálicas que soportan el relieve del mural en el conjunto escultórico de la Plaza y diagnosticar el estado de deterioro del mismo, para que luego los artistas comiencen las labores de restauración.
Allí, como ya es costumbre, trabajarán para devolver el esplendor que tanto merece este emblemático lugar.