La historia de un comienzo

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Como pilar importante en cada proceso de la historia y la vida se presenta la mujer. Una voz silenciada por muchos siglos, donde el patriarcado absoluto era la palabra de orden, acrecentó los deseos de lucha por sus derechos y su lugar en la sociedad. En el siglo XXI aún queda mucho camino por desbrozar en este aspecto, pero sin duda alguna el avance, la masividad y la fuerza en la lucha es determinante.

La lucha

Nuestra pequeña isla no ha estado excluida de este proceso histórico. Para las cubanas de siglos pasados la lucha por hacer valer su opinión también constituía una tarea importante, y no se quedaron de brazos cruzados en cuanto a la libertad de la Patria se refería. Mujeres estuvieron presentes en cada una de nuestras gestas independentistas, en primera línea de combate. En la manigua, dando pecho a las balas, en cada Hospital de sangre, o desde las ciudades creando las redes de suministros para el Ejército Libertador. El siglo XX vio crecer a una cubana digna de su tiempo, marchando contra los gobiernos títeres, luchando y sangrando por su tierra, por su libertad y sus derechos. No fueron pocas las que dieron su paso al frente en cada rincón de Cuba. Inmenso fue el coraje de nuestras madres, hijas, hermanas, esposas, cubanas todas.

Con el triunfo de la Revolución en 1959, las mujeres fueron uno de los sectores de la población más beneficiados. Contaban con varias organizaciones que las agrupaban dependiendo los sectores a los que pertenecían, hasta que vieron nacer a la organización que las unificaría a todas sin distinción ninguna, respaldaría sus intereses y haría valer sus derechos. Quedaba detrás la “mujer objeto”, la que solo estaba destinada a procrear o mantener el hogar, la que solo contaba con su cuerpo como sostén de su familia.

La fundación

El 23 de agosto de 1960 se crearía la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), bajo la tutela de Vilma Espín Guillois, quien encabezaría sus filas hasta su muerte en 2007, y el apoyo incondicional de Fidel Castro, que no permitió por ningún concepto ausentarse al momento de la constitución. La incorporación de la mujer a la sociedad y al empleo, además de hacerlas partícipes destacadas en el programa de cambios sociales y económicos que se realizaban en el país, eran los objetivos principales de la FMC desde los primeros momentos de fundada.

La revista “Mujeres” sería su órgano de comunicación oficial y su primer número salió al aire el 15 de noviembre de 1961. La FMC cuenta con una estructura territorial, seccionada por niveles nacional, provincial y municipal. El único requisito que debe cumplir cualquier mujer cubana para formar parte de sus filas es haber cumplido los 14 años de edad. Dentro de los grandes logros de organización están la formulación de las leyes que involucran y favorecen a las féminas, la discusión y elaboración del Código de Familia.

Fidel participó activamente en todos los procesos determinantes de la organización, otorgándole a la mujer el valor y el legado que tiene dentro de nuestro proyecto social. El Comandante en Jefe definió a las féminas cubanas como “una revolución dentro de la propia Revolución”, y sobre la fundación de la Federación expresó: “…una victoria más de nuestro pueblo, una fuerza más de nuestro pueblo”.

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