Vengo de andar y aquí me quedo…

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Vengo de andar y aquí me quedo,

con mi pueblo.

Vengo con mis recuerdos,

vengo con mis heridas y mis versos.

Es Guillén el camagüeyano que viene de andar y se queda, trae sus heridas y las une con las nuestras; es Guillén el hombre que regresó para quedarse en su tierra natal, la ciudad donde el ruido no puede opacar su son entero.

En ese andar, hoy mira la urbe más cerca de los suyos, recibe los primeros rayos que indican un nuevo amanecer para la “suave comarca de pastores y sombreros”, la ciudad que describió tantas veces desde la nostalgia y el amor, desde la preocupación de su agudo pensamiento, plasmado en literatura y periodismo.

Leer más en: https://www.ohcamaguey.cu/como-destellos-de-bronce-brilla-guillen-en-su-camaguey/

“Su posición de caminante, la mirada al frente entre perdida y presente, rodeada de transeúntes, así como disfrutaba en vida, lo hace presente, vivo y nos compromete a acompañarlo desde las buenas maneras de hacer por la cultura”.

Guillén siempre está: en la tierna nana que se escucha en una vieja plaza, en los poemas que no faltan en las clases que recibimos cuando pequeños, en el muchacho que tararea bajito un canto negro, en la mujer que camina con tanto tren que desafía las calles laberínticas camagüeyanas, en las investigaciones que guarda una universitaria, en el sueño hecho libro de una periodista como él…

Leer más en: https://www.cubaperiodistas.cu/2019/08/guillen-yanetsy-leon-y-el-alma-de-la-ciudad/

Y así va uniendo los caminos de gente que no se conoce y a quienes los acerca el amor que suele inspirar a los hombres nacidos aquí, en el Camagüey que lo inmortalizó en bronce mediante la representación de su andar continuo por la ciudad.

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